ZZaragoza ha dado un nuevo paso en su aspiración de convertirse en referencia de la investigación tras la inauguración ayer en la Universidad de Zaragoza de los nuevos laboratorios del Instituto Universitario de Investigación en Nanociencia de Aragón (INA). Estas instalaciones albergan equipos únicos en su género en el ámbito nacional, por lo que puede considerarse un centro pionero.

El acto, que estuvo presidido por el consejero de Ciencia, Tecnología y Universidad, Alberto Larraz, el rector de la Universidad de Zaragoza, Felipe Pétriz; y el director del centro, el profesor Ricardo Ibarra, tuvo una especial relevancia por contar con la presencia del Premio Nobel de Física Heinrich Rohrer. Los laboratorios, situadas en el campus de la plaza de San Francisco, tienen un carácter temporal, ya que los Institutos Universitarios de Investigación se trasladarán a un edificio de nueva planta cuya construcción ha sido adjudicada ya y que puede estar listo en el plazo de dos años.

El INA, creado en el año 2003, es junto al Instituto Catalán de Nanotecnología el único en España que se dedica exclusivamente a la investigación en nanociencia, lo "que permite desarrollar una investigación de frontera entre distintas disciplinas científicas: Física, Química, Ingeniería, Bioquímica y Medicina", apuntó el consejero. En su intervención, destacó asimismo el esfuerzo inversor del Gobierno autonómico con los institutos universitarios de investigación, con un total de 33 millones de euros en el trienio 2004-2006.

Por su parte, el rector de la Universidad de Zaragoza se refirió a la importancia de la autofinanciación del centro con sus propios proyectos. "No se entienden como instituciones para recibir fondos públicos y fondos de los presupuestos de la Universidad, sino como mecanismos de conexión con la sociedad, con los sectores productivos y como fuente de recursos", explicó.

Fue precisamente el director del centro quien se mostró más critico con el devenir del INA. "La improvisación ha funcionado y tenemos un instituto que es referente nacional e internacional, pero para seguir adelante necesitamos resolver algunos problemas que limitan en el día a día", enfatizó el profesor Ibarra, al tiempo que reclamó mayor personal y "un presupuesto consolidado que permita dar continuidad a las líneas de investigación abiertas".

De igual manera, subrayó la trascendencia de la nanociencia para la sociedad en cuestiones como la "innovación de métodos de tratamiento, por ejemplo del cáncer, y diagnóstico precoz", entre otras más relacionadas con el medio ambiente y la industria.