--¿Cuánto se deberá invertir para sacar adelante esta Expo?

--Esto tiene dos partes: lo que es el continente, o infraestructuras, lo que es el contenido, que cuando acabe la Expo habrá que deshacerlo y tirarlo, y lo que es el gasto corriente de los tres meses de operación (personal, limpieza, luz, agua,...). En cuanto al continente, lo que financia Expoagua estará entre 680 y 700 millones de euros y corresponde a la construcción de varios edificios en el recinto. El contenido costará unos 120 millones y eso sí que es gasto, porque el resto es inversión para la ciudad. Por último, lo que llamamos operación supondrá unos 250 millones, que esperamos recuperar con patrocinios y venta de entradas, con alrededor de 120 millones de cada concepto. Si le preguntaran a otras Expos hablarán solo del gasto de operación, e incluso podrán decir que tuvieron superávit con los ingresos por patrocinadores y entradas.

--Al final, el crédito que se pida será de 450 millones de euros.

--Los 700 millones se financiarán con créditos y el capital. Hasta ahora, el capital aportado por las tres administraciones ronda los 250 millones, con lo que para cubrir el resto de la inversión están los 450 millones de euros que pediremos en un crédito. Como venderemos una parte de estas instalaciones, recuperaremos parte de ese dinero y el resto tendrán que ponerlo las administraciones para cerrar la cuenta.

--Hace unos meses se habló de que se pedirían unos 200 millones. ¿Están todas las administraciones al día en la aportación de capital?

--Hoy sí están todas al día. Lo que pasa es que de esos 450 millones, 250 se recuperarán con la venta de los edificios y los otros 200 no se de vuelven jamás.

--¿Es importante tener atadas las cuentas antes de las elecciones?

--Me es inverosímil. Ni yo ni esta sociedad estamos ligados a ningún proceso electoral. Se tiene que pedir antes de marzo porque sino no podemos pagar las obras.

--En cuanto a la postexpo, ¿por qué era tan importante sacar la comercialización ahora?

--Me parece fundamental que al día siguiente que termine la Expo se sepa lo que hay que hacer. Siempre se ha proyectado pensando que iba a ser un complejo empresarial, de ocio y de negocios. Y se ha hecho así condicionando el diseño de la propia Expo. Y la comercialización se ha hecho pública porque nos parece importante que la gente sepa que cuando se acabe la Expo, habrá que cerrar, entrar con la piqueta, empezar a hacer obras y remodelar para un fin conocido. Además, es una gran noticia saber que el edificio Ronda lo podemos tener vendido antes incluso de abrir las puertas.

--¿Se vendería peor si se sacara a la venta después de la Expo?

--No lo sé, pero prefiero hacer las obras sabiendo cuál va a ser el usuario, porque no es igual la construcción. No es lo mismo hacer la obra para que entre una empresa, una Administración o el Aula Magna de la Facultad de Derecho.

--La DGA ha hecho una apuesta clara por instalarse allí.

--Sé que lo están pensando y que están haciendo un ejercicio serio de ver qué departamentos quieren trasladar. Y lo tienen que hacer en un tiempo razonable porque ahora hemos sacado a la venta los edificios Ronda, pero aún quedan el Actur ylos Ebro y antes de seguir avanzando en hacer proyectos de estos edificios queremos que la DGA nos diga lo que quieren para hacerlo a su gusto.

--¿Cuánto es un tiempo razonable para decidirse?

--En un mes, más o menos, o incluso antes de final de año. Ya se lo hemos dicho a los consejeros y están de acuerdo. Me consta que están trabajando mucho en ello.

--¿Serán finalmente más de los 40.000 metros cuadrados que les comentaron en los edificios Ebro?

--No sé exactamente cuántos metros serán pero en torno a esa superficie estará seguramente, no muchos más. Y los edificios Ebro son los que les estamos ofreciendo porque son ideales para instalar administraciones y para nosotros se trocea mucho mejor el edificio Actur para la venta de oficinas más pequeñas.

--¿Cómo está funcionando la comercialización hasta ahora?

--Hemos vendido uno y ahora se cerrará en breve otro. Hay otros acuerdos, como el de RTVE, por unos 6.000 metros cuadrados, que falta solo firmarlo con su director.

--¿Las oficinas más pequeñas cuando se comercializarán?

--Serán las últimas en venderse. Ahora pretendemos vender edificios completos a usuarios finales.

--¿Es excesiva la presión que le llega del exterior, por ejemplo con las obras?

--Hay que entender que hay obras que no son un mecano, sobre todo las obras de autor como el pabellón puente o el del Tercer Milenio, que son tan singulares. Estas construcciones no se pueden tipificar ni ponerles un plazo marcado. De hecho, uno de mis dramas es que nosotros vamos con un plazo fijo para estas obras, aunque creo que lo estamos haciendo bien. Por lo que respecta a la presión, la única que noto es la que tenemos dentro, porque la planificación que llevamos es impresionante. Este es el proyecto más difícil al que me he enfrentado, con diferencia.

--Pero en el recinto hay más obras que preocupan, además del pabellón puente.

--La única que va más lenta de lo esperado es la del puente. En el Palacio de Congresos se tuvo que hacer un ajuste para recuperar tiempo, pero hemos adelantado su cie rre para ganar tiempo, aunque también dentro tiene unas divisiones interiores que solo valen para la Expo y que al día siguiente habrá que tirar. Todas las obras se irán acabando a finales de mayo y avanzar su finalización sería ineficaz.

--Este año ha tenido momentos muy difíciles como lo ocurrido por el dragado. ¿Cómo lo ha vivido?

--La obra se inició con todos los papeles necesarios absolutamente en regla, con el informe del Inaga, el de Patrimonio y de la Confederación, porque tontos no somos y sabíamos que iba a levantar polémica. Es una obra menor que no perjudica para nada al río y en la que lo hecho para el puente de Piedra ha quedado fantástico, tanto que algunos detractores piden que se haga en el resto de los arcos.

--¿Echó en falta que surgiera el ayuntamiento explicando que Expoagua estaba al margen?

--Es verdad que tan claramente no lo dijeron, pero el ayuntamiento asumió su responsabilidad y los que autorizaron la obra también. Los autores materiales hemos sido nosotros y, en este caso, el mensajero es el que se lleva las tortas.