Una medida de presión o una simple coincidencia en el tiempo. Las dos interpretaciones son válidas para explicar por qué la compañía de vuelos de bajo coste Ryanair suspendió la venta de billetes para todas las conexiones aéreas con Zaragoza a partir de noviembre. Pero mientras en la capital aragonesa se abre el debate de la conveniencia de destinar cantidades millonarias a la subvención de estos vuelos, la firma irlandesa aseguró ayer que esta suspensión nada tiene que ver con la polémica surgida a raíz de la decisión del Ayuntamiento de Zaragoza de reducir progresivamente su aportación a estas ayudas. Y que, de hecho, volverá a poner en venta billetes "a principios de agosto".

El responsable de Márketing de la compañía, Luis Fernández Mellado, explicó ayer que el motivo que ha provocado que se suspendiera temporalmente la venta es otro. Según aseguró "el problema es que aún no hemos cerrado el calendario de la temporada de invierno y eso nos impide empezar a vender billetes, pero lo haremos en las próximas semanas y volveremos a comercializarlos". Prefirió no confirmar ni desmentir si va a haber algún cambio en su oferta actual en la capital aragonesa, pero tampoco que estén garantizadas todas las conexiones hasta final de año, pero insistió en que "no está relacionado con una polémica en la que preferimos estar al margen".

Sin embargo, es comprensible tanta cautela, porque a lo largo de la mañana de hoy está previsto que se encuentren las tres partes en la capital aragonesa. Responsables de Ryanair visitarán Zaragoza para reunirse con representantes del Gobierno de Aragón y del ayuntamiento. A pesar de que ambas instituciones han querido mantener oculta la cita, por discreción, y se ha preferido no hacer convocatoria pública y no ha trascendido ni la hora ni el lugar (aunque en principio se barajaba el edificio Pignatelli como lugar de encuentro).

NO ESPECULAR Son muchas las cuestiones a abordar con la compañía aérea, sobre todo de carácter económico. Porque están en juego las subvenciones que están dispuestos a ofrecer a la firma irlandesa, y escuchar cuáles son sus pretensiones para el año próximo. Pero este encuentro también es crucial para definir si DGA y ayuntamiento trazan una estrategia conjunta, si el objetivo de ambos a través de la sociedad promotora del aeropuerto es rebajar las ayudas públicas.

Desde la firma irlandesa no quisieron valorar la medida anunciada por el consistorio que hacía referencia directa al actual contrato que Ryanair mantiene con la sociedad Promoción del Aeropuerto de Zaragoza (PAZ) y que finaliza este año. Y es que la cuantía que se plantea reducir el consistorio, 2,1 millones de euros, es su aportación a una subvención que alcanza los 4,2 millones anuales. Son conscientes de que toca negociar: "No vamos a entrar en especulaciones", afirmó Fernández.