Zaragoza confirma sus dudas sobre San Sebastián 2016

Zaragoza asiste con "decepción" a la difícil travesía en la que se encuentra la organización de la Capitalidad Europea de la Cultura de San Sebastián 2016, sin cúpula directiva tras la dimisión de las dos máximas responsables del proyecto donostiarra y, a año y medio del inicio, sin la certeza de poder llegar a tiempo de ejecutar lo que en su día, en junio del 2011, les dio la victoria por delante de Córdoba, gran favorita, y la propia Zaragoza. Ambas encabezaron las críticas a una decisión "política", amparadas en el uso interesado del proceso de paz en el País Vasco y el final de la violencia de ETA.

Pero sobre todo por el "error" que suponía apostar por un proyecto de una ciudad cuyo Gobierno cambiaba de signo político (el PSOE cedió el testigo a Bildu) y, "como se ha demostrado", que también lo haría el de esa candidatura ganadora. "Se ha convertido en un proyecto más localista y en el que, a falta de año y medio, ni siquiera se ha integrado el Gobierno central, ni tiene claro qué personas lo dirigirán ahora", explicó el teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, y principal responsable político de la candidatura de la capital aragonesa para la Capitalidad del 2016.

TRANSPARENCIA Hace pocos días que el Gobierno central, a través del secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, agravaba la crisis del proyecto donostiarra al hablar de "falta de profesionalidad", "transparencia" y "lealtad institucional" del equipo directivo del Patronato de la Fundación San Sebastián 2016. "Un momento crítico" llegó a definir en el Congreso de los Diputados. A la renuncia de Itziar Nogueras, directora general del Patronato de la Fundación, y la de Comunicación, Itziar Elizondo, se sumaba el adiós de la responsable cultural del proyecto, Guadalupe Echevarría, destituida de su cargo.

"San Sebastián no se merece lo que está pasando", señalaba el secretario de Estado al destacar que la mala gestión del proyecto está comprometiendo la imagen de la ciudad, de Euskadi y de toda España.

Una crisis a la que asisten como testigos tanto Zaragoza, como Córdoba, Las Palmas, Burgos y Segovia, las candidatas derrotadas en junio del 2011. De ellas cinco, solo Córdoba decidió iniciar el recurso a la designación por la vía judicial. Y aún está pendiente de resolución después de que el Tribunal Supremo decidiera que fuera el Tribunal Superior de Justicia de Madrid quien determinara si tenía o no razón en su reclamación. Zaragoza, finalmente, no le siguió, pese a que hasta el alcalde, Juan Alberto Belloch, manifestara su intención de hacerlo.

"No lo presentamos porque cuando vimos el acta entendimos que había razones políticas para su elección. Además, los servicios jurídicos nos explicaron que la resolución podía darse unos meses antes del inicio de la Capitalidad, o incluso después", explicó Blasco a este diario. "Pero se están confirmando los peores indicios. Ha caído hasta el equipo de confianza de Bildu y los gestores actuales, no hay un programa serio y se ha convertido en una lucha de poder. Es preocupante y nos representan a todos", añadió.

Mientras, para Zaragoza ha supuesto un frenazo a sus grandes proyectos como la recuperación de Giesa o el impulso definitivo al distrito universitario, aunque "se han estado sacando adelante otros objetivos a pesar de no ser elegidos" como Capital Cultural. Especialmente en el trabajo de coordinación con el tejido cultural, con la creación de los consejos sectoriales, o la puesta en marcha de otros equipamientos como Las Esquinas del Psiquiátrico o el centro de Las Armas.

Ya sin ayudas e integrados en un plan director que fija para el 2020 el horizonte de lo que se pensaba exhibir en el 2016, la ciudad lamenta que esa oportunidad que San Sebastián sí recibió y que quizá desaproveche, podía haber sido la suya.