Los nuevos caudales ecológicos del Segre en Lérida empezarán a aplicarse a partir de mañana, viernes, tras su aprobación por unanimidad en la Comisión extraordinaria de Desembalse del Segre y Ésera-Noguera Ribagorzana celebrada hoy en la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

En la reunión conjunta de estos dos sistemas, Segre y Ésera-Noguera Ribagorzana, se han aprobado por unanimidad las medidas de gestión "necesarias" para implantar el caudal ecológico de este punto reconocido como "singular" en el Plan Hidrológico del Ebro, propuesta que será ya efectiva a partir de mañana, han informado desde la Confederación.

Posteriormente, han tenido lugar las comisiones extraordinarias de Desembalse para las cuencas del Gállego y Cinca y del Ésera y Noguera Ribagorzana, donde no se ha podido alcanzar la unanimidad.

Todos los vocales en representación de los regantes han votado a favor de la propuesta, mientras que los usuarios hidroeléctricos se han manifestado en contra.

Ahora, la propuesta de régimen de caudales para el Cinca y el Ésera deberá ser informada por las áreas de Dirección técnica, Explotación y Comisaría de la CHE, para su resolución final por parte de la presidencia del Organismo, que se prevé se dictará a lo largo del mes de septiembre.

La CHE recuerda que ambas propuestas de caudal para estos puntos, reconocidos como "singulares" en el Plan Hidrológico del Ebro, fueron validadas en el Consejo del Agua de la Demarcación del Ebro, reunido en Zaragoza el pasado 30 de julio.

Por su parte, la propuesta de caudales presentada ante la Comisión Extraordinaria de Desembalse para las Cuencas del Segre y del Ésera y Noguera Ribagorzana, consensuada con el consistorio de la ciudad y aprobada ahora por unanimidad de todos los vocales con voto (representantes del Ministerio, Red Eléctrica y usuarios), supone una asignación anual para caudales ecológicos de 145 hectómetros cúbicos al año.

Esta cantidad se distribuye en caudales en continuo que van desde el mínimo de 3,5 metros cúbicos por segundo los meses de invierno y verano, hasta el fijado para los meses de mayo y junio de 5 metros cúbicos por segundo y para caudales adicionales.

Los caudales adicionales o "pulsos de agua" se plantean como refuerzo y se concretarán en sueltas de 20 metros cúbicos por segundo con una duración de ocho horas y una periodicidad de una vez por semana entre los meses de marzo y junio.

Será de dos veces por semana en julio y agosto; una vez por semana en septiembre y octubre y sin caudales adicionales entre noviembre y febrero, unos pulsos de agua que según la CHE mejorarán el río ante la proliferación de macrófitos y simúlidos.

La propuesta para el río Cinca aguas abajo de la presa de El Grado y para el Ésera, debajo de la presa de Barasona, tratada con regantes, hidroeléctricos y representantes de asociaciones de pescadores, se aplicaría en cuatro tramos y tendrá, en total, una asignación anual será de 131,16 hectómetros cúbicos al año para estos caudales.

Con esta propuesta, los caudales ecológicos medios anuales triplicarían los registrados aguas abajo de la presa de El Grado y se verían más que duplicados los de abajo de Barasona.

Mientras que en el tramo del río Cinca en Puente las Pilas significaría más que triplicar el caudal actual.