La principal lección que la DGT parece haber extraído de este verano es que hay que atajar el transporte de viajeros que se produce ilegalmente con furgonetas. Este fenómeno ha hecho que los muertos de este tipo de vehículos haya pasado de tres a 26 respecto al verano de 2013. El Gobierno se reunirá con el sector del transporte por carretera para afrontar la problemática. Estos vehículos no tienen las mismas medidas de seguridad que los autobuses.