Problemas por el viento en Zaragoza y en el Pirineo

El viento fue ayer el protagonista de la jornada en todo Aragón. Desde el Pirineo, donde provocó aludes y forzó el cierre de la estación de esquí de Panticosa, hasta la capital aragonesa, en la que el cierzo sopló con fuerza a lo largo de todo el día. Por este motivo los Bomberos de Zaragoza realizaron más de 25 salidas.

En su mayoría fueron actuaciones como la caída de ramas de árboles y de cascotes de los tejados, así como por letreros torcidos o derribados. Otras salidas estuvieron motivadas por la necesidad de reforzar andamios y chapas en distintos edificios en obras. Los vecinos llamaron a los servicios de emergencia por temor a que pudieran producirse desprendimientos.

En la calle Coímbra, junto al Huerva, un árbol de pequeñas dimensiones cayó sobre un automóvil estacionado poco antes de las cinco de la tarde, pero el suceso más grave provocado por el viento se registró a las afueras de Zaragoza, entre la autovía de Huesca y San Juan de Mozarrifar.

INCENDIO

Una racha arrancó un cable eléctrico que cayó sobre un descampado y produjo un incendio que afectó a una hectárea de cañas y matorral y que se propagó incluso a una vivienda cercana. El fuego afectó a una ventana de la casa, así como al sistema de aire acondicionado.

Fuentes de Bomberos indicaron que fue preciso cortar la luz en esa zona para poder intervenir y atajar el incendio, que se vio favorecido por las chispas que saltaban del cable y que no cesaron hasta que Endesa procedió a interrumpir el fluido eléctrico en esa parte de la ciudad.

Para el día de hoy se espera, según los servicios de predicción de Protección Civil, que el viento siga soplando con fuerza en la ribera del Ebro, una situación muy parecida a la registrada ayer, con un índice de probabilidad entre el 40% y el 70%.

En el Pirineo, las fuertes rachas de viento impidieron la apertura de la estación de Panticosa y obligaron a cerrar cinco pistas en la de Cerler. En el caso del primer centro invernal, sus responsables no se lo pensaron dos veces al decretar el cierre, dado que hace dos años se produjo un problema de evacuación, poco antes de Reyes, debido al mismo problema.

Esa situación llevó a trazar una vía de evacuación, conocida como pista de Estremera, que se estrenó hace dos semanas.

En este sentido, cabe recordar que ayer se produjeron en determinadas zonas del Pirineo oscense rachas de hasta 120 kilómetros por hora, sobre todo en las laderas más expuestas. En estas condiciones, el funcionamiento de los remontes mecánicos para acceder a las pistas puede verse afectado en su seguridad.