La Brigada de Blanqueo de la Policía ha retomado las pesquisas sobre las subvenciones para mejorar el alumbrado público que el Ayuntamiento de La Muela pidió al Departamento de Industria de la DGA al día siguiente de que la alcaldesa, Mariví Pinilla, hubiera enviado al consejero, Arturo Aliaga, el siguiente mensaje de móvil: "Arturico.mañana presento la solicitud para q m des una sub.para luminarias para la muela.spero no m dfraudes. un beso.mavic.pinilla". Tres minutos y 24 segundos más tarde, el dirigente aragonesista le contestaba: "Mandame una copia de la primera hoja y como no puede ser de otra manera. Un abrazo. Arturo".

Las dos subvenciones solicitadas sumaban 344.298 euros: 89.351 para mejorar la eficiencia de la iluminación de los edificios públicos y 254.298 para renovar farolas. Están fechadas el 5 de febrero --el mismo día de los sms, cuarenta antes de la redada de la Operación Molinos--, aunque tanto su registro de salida del consistorio como el de entrada en la DGA están datadas al día 6. La Policía halló los ejemplares de los impresos al registrar el ayuntamiento el 18 de marzo del 2009, si bien el informe sobre los mismos no ha sido unido a la causa hasta hace unas semanas.

Los investigadores consideran que Pinilla incurrió en "un presunto delito de tráfico de influencias por las gestiones que realizó para intentar conseguir" las subvenciones, aunque anota que "no se ha podido tener conocimiento" de si "fueron otorgadas", extremo que "se comunica a los afectos oportunos" al juzgado.

COMPAÑEROS DE PARTIDO Las intervenciones telefónicas llevaron a la Brigada de Blanqueo a la conclusión de que Pinilla efectuó las gestiones para obtener las ayudas "prevaliéndose para ello de la relación personal que mantenía con su compañero de partido Arturo Aliaga". Ambos militaban entonces en el PAR.

Ese mismo 6 de febrero, la alcaldesa de La Muela mantuvo una conversación con Carmina Caraballo, actual concejala de Bienestar Social --con dedicación exclusiva y remunerada con 32.000-- pero ajena en aquellas fechas al consistorio. En esa charla le explicó que esas ayudas eran muy difíciles de obtener y que "el problema es que tienen muy poco dinero" en la DGA. En ese mismo contacto, Pinilla le comenta a su interlocutora "que le pasó un mensaje a Arturo, el consejero, que es del que depende la subvención, diciéndole que mañana le mandaba el expediente y que esperaba que no le defraudase y que le contestó que le mandase una copia de la carátula y que contase con todo".