No es una decisión tomada, pero la proximidad al Mercado Central parece que va a pesar más en la decisión de reubicar a los detallistas durante unos trabajos que el ayuntamiento ha calculado siempre en torno a los dos años. Atrás quedan otras fórmulas que se barajaron en el pasado, por parte del Gobierno anterior, cuando el consistorio estuvo explorando la posibilidad de utilizar algunos de los solares que existen en las inmediaciones de San Pablo o incluso la opción de habilitar un mercado provisional en la Estación del Norte del Arrabal. La opinión de los detallistas, a este respecto, siempre ha sido firme. Consideran que alejarse del lugar tradicional al que acuden sus clientes desde hace años les perjudicaría. Y, de hecho, durante las jornadas celebradas en Zaragoza este año se dieron a conocer experiencias de ciudades como Vitoria y Barcelona que confirmaban que esto es así, y que se puede habilitar un espacio contiguo al edificio para esperar al 2019.