3.500 afectados por la huelga de examinadores en Zaragoza

La huelga de examinadores de tráfico, que empezó el pasado 19 de junio, avanza sin atisbos de que el conflicto laboral alcance una solución. Y, a medida que pasa el tiempo, se incrementa el número de personas que aspiran a obtener el carnet de conducir. En estos momentos, solo en la provincia de Zaragoza, son 3.500 los estudiantes que aguardan su turno para realizar las pruebas prácticas y orales, según datos de la Asociación Provincial de Autoescuelas.

«Algunos aspirantes llevan ya dos meses de retraso», señaló ayer Sergio Olivera, responsable de la entidad que agrupa a las autoescuelas zaragozanas, que señala que la acumulación de alumnos sin examinar está causando un grave trastorno a muchas personas y graves pérdidas a las propias escuelas de conducción.

La situación es preocupante. Cada vez es mayor el número de alumnos que han terminado el proceso de preparación y que aguarda su turno para realizar las pruebas obligatorias, en especial los que necesitan el permiso para poder opositar.

«Se cita a los examinandos muy lentamente y en pequeño número, del orden del 20% o el 30% del total», apunta Olivera. De forma que en la provincia de Zaragoza existe en la actualidad una bolsa de estudiantes a la espera de las pruebas que supone el 70%, aproximadamente, de los que han terminado el periodo de preparación.

Los jueves y viernes, los únicos días en que se celebran exámenes, se llama a cuatro de cada 20 alumnos de la lista de espera. Al trabajar dos días a la semana, el sindicato de los examinadores ha suavizado el impacto de su huelga indefinida que lanzó al principio del verano, pero aún así no se logra absorber el elevado número de futuros conductores que aguardan con impaciencia el momento de examinarse.

Estos alumnos ya no reciben clase y están nerviosos pues temen que, cuando cojan el volante ante un examinador, hayan perdido la práctica adquirida en la autoescuela durante su periodo de formación.

Los examinadores de tráfico solicitan la aplicación de suplementos especiales que tengan en cuenta los horarios que realizan y la peligrosidad de su cometido.

Sin embargo, hasta ahora sus reivindicaciones se han estrellado contra un muro, pues la Dirección General de Tráfico alega que no tiene capacidad legal para subirles el sueldo y les remite al Ministerio de Hacienda.