El Departamento de Educación adelanta este curso la convocatoria extraordinaria de exámenes de Formación Profesional (FP), por lo que los alumnos se examinarán en junio y no en septiembre. «El fin es que los estudiantes que suspendan las pruebas ordinarias no tengan que esperar a después del verano para matricularse en un grado», precisaron ayer fuentes de la consejería.

De este modo, se pretende mejorar la organización de los centros, que ya conocerán en julio el número de grupos que habrá a comienzos de curso y permitirá que el alumnado sea evaluado en junio por los docentes que les han impartido clase durante el año. Los estudiantes también podrán de este modo matricularse en un grado tras el verano y podrán comenzar las clases en septiembre —hasta ahora se incorporaban una vez iniciado el curso académico—. El cambio de las pruebas extraordinarias simplificará el proceso de admisión para el siguiente y, según precisó Educación, servirá asimismo para mejorar la tasa de presentados y aprobados en las pruebas extraordinarias.

POCOS APROBADOS

En la actualidad, más de la mitad de los alumnos de grado medio y superior en Aragón que suspenden en junio no se presentan a las pruebas de septiembre. Así, los datos que maneja el departamento determinan que de los que sí deciden presentarse en septiembre solo aprueban un 20,8% en el caso de grado superior y un 12,5% de los de grado medio. La orden con las nuevas fechas de estas pruebas de FP se publicará próximamente.

Este curso, en Aragón hay más de 23.000 alumnos de Formación Profesional, un récord histórico en estas enseñanzas. El Ejecutivo ha suprimido esta legislatura la tasa de matrícula para cursar grado superior y ha incrementado la oferta académica en más de 30 títulos. Para potenciar esta formación, la DGA acaba de presentar recientemente el IV Plan Aragonés de la FP y el mapa de la empleabilidad de FP. Este documento permite conocer la realidad formativa y laboral de la Comunidad y responder a ella con ofertas de estudios.