El secretario general de Infraestructuras, Javier Izquierdo, mantuvo ayer en Bruselas diversos encuentros con representantes de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo para abordar la problemática de la red ferroviaria en nuestro país y apoyar la ampliación de los corredores de la red transeuropea en la revisión del Mecanismo Conectar Europa (CEF).

Izquierdo resaltó la importancia que para el Ministerio de Fomento tiene ampliar esta propuesta con otros tramos, entre los que se destacan las conexiones Sagunto-Zaragoza y Madrid-Valencia.

Esta iniciativa se inscribe en la política acordada por los presidentes de Aragón y Valencia, Javier Lambán y Ximo Puig, en una serie de encuentros que han mantenido y en los que han subrayado la importancia de que ambas comunidades unan sus fuerzas para que la línea Cantábrico-Mediterráneo no quede marginada en favor de otra por Tarragona.

El reglamento comunitario, actualmente en fase de negociación, establecerá las prioridades de financiación de la red transeuropea de transporte en el próximo marco financiero plurianual 2021-2027, al que se pretende que se sume ahora el tramo Zaragoza-Teruel y el Teruel-Sagunto, que presenta zonas tan deterioradas que los trenes no pueden superar los 30 kilómetros por hora.

Los encuentros son fruto de la reunión del ministro Ábalos con la comisaria de Transportes, Violeta Bulc, el pasado 10 de julio, y forman parte de las acciones promovidas por el ministerio desde junio para lograr este objetivo prioritario, que permitirá incrementar la conectividad, visibilidad y oportunidad de financiación de dichos tramos. Ábalos, además, se reunió el pasado 5 de septiembre con Lambán y Puig para abordar el mismo problema.

Tras la propuesta de la comisión, presentada antes del verano, el texto normativo se encuentra en el Parlamento en fase de enmiendas hasta mediados de octubre. En las reuniones mantenidas, el secretario general ha destacado la importancia que la ampliación de dichos corredores en la vertebración y competitividad de nuestro país, donde las infraestructuras de transporte tienen un papel fundamental debido a las dificultades que presenta por factores como el relieve y la baja densidad de población. Estas características afectan de lleno a Aragón, que, pese a su estratégica situación, posee una red ferroviaria de poca capacidad.