Dos policías evitan que una mujer de 87 años se caiga por la ventana

La colaboración ciudadana y la rápida actuación de dos miembros de la unidad motorizada de la Jefatura Superior de Policía de Aragón evitaron que una zaragozana de 87 años se cayera desde la ventana de su vivienda, en un cuarto piso de la calle Inglaterra.

Haciendo honor al nombre que recibe esta unidad, Centellas, esta patrulla se trasladó al lugar, después de que la sala del 091 recibiera varias llamadas en las que se alertaba del peligro de que una vecina cayera al vacío. Un hecho heroico el de los agentes, David M. y José María C., que ocurrió el pasado 31 de enero sobre las 18.00 horas y que no ha trascendido hasta que un ciudadano ha enviado una carta para agradecer el trabajo realizado por estos policías a los que considera unos ángeles uniformados de azul.

Esta persona recuerda cada detalle de aquella tarde en la que la «abuela que siempre le saludaba con una sonrisa» tiraba una manta por la ventana, acercaba una silla al ventanal y se subía a ella. «Estaba atónito y el corazón se me salía del pecho. La Grité, pero ella comenzó a salir por la ventana», destaca, mientras apostilla que no fue el único que se dio cuenta de la escena y que le pedían a esa mujer que parara.

«Saqué a mi hija de ahí, la visión era terrible, le pedí con mis manos a modo de súplica que parara pero ella tenía todo su cuerpo fuera de la ventana, apoyada en un pequeño marco y tan solo con su pequeño brazo haciendo de frágil ancla en el interior de su vivienda», afirma.

En ese momento los dos Centellas llegaron frente al número 36 de la calle Inglaterra, en el zaragozano de Delicias. Sin dudarlo, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, subieron al piso, tiraron la puerta abajo y le agarraron fuertemente del brazo a la mujer para evitar un trágico desenlace.

«Lo que vi parecía una película, en esas en las que el héroe aparece justo en el último segundo para salvar a la chica», asevera este ciudadano, quien añade que «apareció por detrás de la anciana y rodeándola con sus brazos la levantó en vilo, con firmeza y delicadeza a la vez que la introdujo dentro de su domicilio». Ante ello, la calle rompió a aplaudir.

Ante todo ello, esta persona que ha remitido una carta de agradecimiento a la Jefatura Superior de Policía de Aragón quiere recalcar «el alivio y agradecimiento que sintió en ese momento y cómo la imagen de ese héroe anónimo vestido de azul marino quedó grabada en mi mente cuando yo estaba convencido de que lo que permanecería en mi retina sería un trágico final»-.

«Puedo afirmar que esa tarde, y gracias a la celeridad y profesionalidad de los agentes de policía que acudieron a la llamada se salvó una vida, un hecho que quiero dejar constancia y más en estos tiempos que corren en los que no siempre tienen a la gente de su parte y aguantan críticas injustas», concluye.

La intervención de estos agentes se suma a la que en la madrugada del pasado domingo llevó a cabo un agente de la Policía Local de la capital aragonesa, cuando empleó un parche de oclusión pagado de su bolsillo para evitar que un apuñalado en el pulmón perdiera la vida. Buscan a los autores de esta agresión.