La gerente de la Asociación Aragonesa para la Dependencia (Arade), Paquita Morata, reclamó ayer tanto al Gobierno central como a las autonomías que la Ley de Dependencia tenga la financiación «suficiente» para cubrir la necesidad existente y acabar así con las listas de espera.

La gerente de Arade remarcó en declaraciones a los medios previas a la asamblea anual de la asociación que la colaboración público-privada es «muy importante» para las personas que no pueden costearse por sí mismas una plaza en una residencia.

Los 77 socios de Arade ofrecen ya 5.273 plazas, 1.200 de estancia diurna y 4.063 residenciales, a las que habría que sumar las atenciones a domicilio, y dan empleo a 2.000 personas de forma directa, y otras 4.000 de manera indirecta. La atención a la dependencia «es un trabajo que se realiza 24 horas al día y los 365 días del año», insistió Morata, quien también ha dado cuenta del incremento este año en las prestaciones dirigidas a las personas mayores en soledad.

Por su parte, la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno aragonés, María Victoria Broto, que presidió la asamblea, ha presumido del esfuerzo «considerable» del Ejecutivo en este campo que, asegura, ha permitido pasar de los 16.000 atendidos en 2015 a los 30.000 en la actualidad. Broto también subrayó el aumento de casi el 60% en las plazas concertadas en residencias en esta legislatura, pasando de 1.224 en 2015 a las actuales 1929.

«En un año y medio más, con el presupuesto que tenemos, acabaríamos con las listas de espera», aseguró la consejera. Por otro lado, coincidió en la reivindicación de la gerente de Arade y pidió al Gobierno de Sánchez que se comprometa con la Ley de Dependencia pues, señaló, estos avances se han ejecutado sin que aumente lo aportado por Madrid. En este sentido, lamentó que no se hayan aprobado los Presupuestos Generales porque suponían «un incremento importante» en la inversión social.