Alberto Velasco, conservador del Museo de Lérida, ha admitido este jueves, en el juicio que se celebra en Barbastro por la propiedad de los bienes de las parroquias aragonesas, que no ha visto ningún documento de compraventa de las 111 piezas reclamadas desde Aragón.

En respuesta a una pregunta del letrado del Gobierno de Aragón e instado por el juez a responder con un simple "si o no", Velasco ha reconocido no haber visto ningún documento que acreditara que el obispo Messeguer, a finales del siglo XIX y principios del XX, adquiriera las piezas a las parroquias.

El interrogatorio del abogado del Ejecutivo aragonés ha generado una cierta tensión, ya que el letrado ha cuestionado la imparcialidad del conservador para comparecer como testigo tras publicar dos artículos en contra de las sentencias de devolución de los bienes de Sijena y defender éste su derecho a la libertad de expresión.

Citado por la representación legal del Museo de Lérida, el conservador ha hecho previamente una exposición en defensa de la labor del obispo Messeguer en defensa de obras "expuestas a peligros", como ventas sin autorización o la propia Guerra Civil española.

Ha apuntado, incluso, que muchos de los bienes no recogidos por Messeguer desaparecieron, y que las ofertas hechas a las parroquias por este obispo "igualaban o superaban" las de los anticuarios, que empezaban a interesarse entonces por el arte medieval.

Velasco se ha amparado en la tesis doctoral de su compañera conservadora en Lérida, Carmen Berlabé, para defender que las piezas se depositaron de forma pactada en el museo mediante compras, permutas o donaciones.

"Vengo a contribuir a que se sepa la verdad, no mi verdad", ha contestado Velasco al ser cuestionada su imparcialidad por el letrado de Aragón, al que ha tenido que reconoce que no ha visto ningún documento válido de compraventa.