La Diputación General de Aragón es una maquinaria administrativa perfectamente engrasada que 43 años después de su creación moviliza a más de 59.500 empleados públicos, gestiona un presupuesto aproximado de 7.500 millones de euros y ejerce alrededor de 120 competencias transferidas del Gobierno central a lo largo de cuatro décadas de intensas negociaciones, muchas veces más lentas de lo deseado.

La institución nació en 1978 como órgano ejecutivo preautonómico, en un claro deseo de iniciar un nuevo período de autogobierno y entroncar con la antigua Diputación del General del Reino de Aragón, vigente entre los siglos XIV y XVIII, cuando fue abolida por Felipe V tras la guerra de Sucesión y la implantación en España de la monarquía borbónica, que suprimió los derechos de Aragón, posicionada políticamente con los Austrias.

El Pignatelli

La sede central actual se ubica en el edificio del Pignatelli, en el paseo María Agustín de Zaragoza. La llegada a este céntrico espacio de la capital aragonesa fue algo más que un simple traslado. Supuso la consolidación de una administración autonómica que crecía a medida que iba incrementando la prestación de servicios al ciudadano. El edificio Pignatelli era el antiguo hospicio instaurado en la época de la Ilustración por Ramón de Pignatelli, y tras unas décadas de cierto abandono, fue rehabilitado para acoger la sede del Ejecutivo y las principales administraciones de la comunidad. Sin embargo, el Pignatelli es la sede central pero no la única, ya que la Administración General autonómica tiene otras dependencias destacadas en las que se albergan consejerías u organismos dependientes. Esto ocurre con otros grandes inmuebles situados en la plaza de los Sitios o en la de San Pedro Nolasco del centro de Zaragoza. Desde hace poco más de una década, el Gobierno de Aragón también emplea una extensa superficie en la zona que albergó la Expo, en el meandro de Ranillas, donde está actualmente la Ciudad de la Justicia y algunos institutos y entidades dependientes.

El Gobierno estructuralmente está compuesto por un presidente, un gobierno (presidente, vicepresidente y consejeros), diez departamentos dirigidos por un consejero y todo el aparato administrativo dependiente de cada uno de ellos.

Organización

A su vez, cada departamento está formado por distintas direcciones generales y secretarías generales técnicas. Asimismo, existen las figuras de los delegados territoriales (presentantes permanentes del Gobierno de Aragón en sus provincias respectivas, en las que podrán existir como organización periférica Servicios Provinciales) y los organismos autónomos y las entidades de derecho público con personalidad jurídica propia, creadas para cumplir cualquiera de los fines de