La Diputación de Teruel (DPT) presta servicio de recogida de perros vagabundos a 154 ayuntamientos de la provincia, aquellos que se han adherido al convenio marco dirigido a municipios de menos de 5.000 habitantes y que disponen de él de manera gratuita. El diputado delegado de Agricultura y Ganadería, Antonio Pérez, animó al resto de municipios a adherirse al documento con el que esta institución «busca ofrecer soluciones a los problemas que tienen, especialmente los ayuntamientos más pequeños».

La DPT indicó que la existencia de perros abandonados, sueltos, vagabundos, incontrolados y cimarrones supone un problema higiénico y sanitario, ya que sobreviven en condiciones muy deficientes y pueden representar un riesgo potencial para la salud humana, al actuar como vehículos de transmisión de graves enfermedades, como la rabia o la hidatidosis.

A esto hay que añadir que en el medio rural los perros asilvestrados pueden llegar a provocar grave perjuicios económicos como consecuencia de los ataques a los rebaños de animales domésticos, apuntaron las citadas fuentes.

Para hacer frente a esta situación y en ejercicio de sus competencias, la DPT aprobó en el 2015 el convenio marco de colaboración para la prestación de un servicio de recogida para el que la institución prevé un presupuesto de 70.000 euros al año, y que se desarrolla con la empresa adjudicataria Comercial Ríos Pascual.

Esta mantiene en un centro a los animales que no han sido reclamados por sus dueños y se encuentran bien de salud. Cada año, a excepción de en el 2020 a causa del coronavirus, se organizan jornadas de puertas abiertas para fomentar la adopción de estos canes. Desde 2015, se han recogido cerca de 400 animales, tras notificarse que se encontraban abandonados. De todos ellos, algunos han sido recuperados por sus dueños y más de un centenar se han dado en adopción procurándoles una segunda vida.