Zaragoza tiene multitud de joyas arquitectónicas repartidas por sus barrios. Una delicia para los amantes de la historia, el patrimonio, la cultura y el arte. Un regalo que podría ser utilizado para crear una ruta turística de las efemérides de la ciudad a través de uno edificios catalogados que llevan años abandonados o con usos residuales y que ahora requieren de inversiones ingentes para poder darles una segunda vida. El problema es que el consistorio no puede asumir ese coste salvo que sea a través de la colaboración público-privada, como sucederá con el antiguo cuartel de Pontoneros, que pronto será reconvertido en una residencia de estudiantes.

En el 2017, el anterior equipo Gobierno de la ciudad de Zaragoza en Común (ZeC) elaboró un Catálogo Histórico Artístico de Zaragoza y de Interés Arquitectónico que incluía 51 edificios en desuso de titularidad municipal. Algunos han logrado entrar en los presupuestos municipales en los últimos años, como es el caso de la Nave de la Ternera, utilizado como espacio para la formación y donde pronto se instalará la junta de distrito de Las Fuentes. O la Casa Director de la Azucarera, reformada pero cerrada, sin uso, ya que todavía no se ha decidido qué hacer con ella. También destacan los antiguos depósitos de Pignatelli, donde este mes entrarán las máquinas para iniciar su reconversión. Nuevamente a cambio de la colaboración público-privada y la promotora que construirá y promocionará las viviendas lo hará a cambio de la urbanización.

Promesas del pasado 

En los presupuestos del 2021 apenas aparecen partidas destinadas a estos edificios. Su rehabilitación no es una prioridad para el actual equipo de Gobierno de PP-Cs, como tampoco lo ha sido para los anteriores. Ni siquiera hay asignación económica para la musealización de la Imprenta Blasco, pese a que la financiación para convertir los bajos del bloque de la calle Ecce Homo estaba condicionada a una parcela en Valdefierro que ya está vendida para construir viviendas.

Tampoco se sabe nada de los Baños Judíos, del siglo XIII y que tantos años le ha costado al consistorio conseguir su titularidad. El estado de conservación de este Bien de Interés Cultural (BIC) es bueno, pero el presupuesto reserva solo 25.000 euros para su musealización, es decir, para la redacción del proyecto que no se hizo el año pasado. Nada más.

De la actuación en los Baños Judios no se sabe nada. CHUS MARCHADOR

Algo similar sucede con el antiguo instituto Luis Buñuel. El alcalde, Jorge Azcón, se comprometió estando en la oposición a darle una salida a este edificio, incluso llegó a colocar una placa en la que se podía leer Centro Cívico del Casco Histórico Luis Buñuel. Lo hizo en la campaña electoral, donde todo vale, pero a día de hoy nada se sabe sobre su futuro a la espera de que la Justicia decida sobre si la cesión gratuita a la Asociación Centro Social Comunitario Luis Buñuel que autorizó ZeC es correcta. El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ya la anuló.

Otra de las batallas del PP en la oposición fue la antigua cárcel de Torrero, okupada desde hace años por el Centro Social Kike Mur. Los populares llegaron a amenazar en la anterior legislatura con acudir a la Fiscalía si no se desalojaba. En enero del año pasado, desde Urbanismo se informó que ya se había iniciado la tramitación necesaria para expulsar a sus inquilinos.

La antigua cárcel de Torrero lleva años okupada. ÁNGEL DE CASTRO

Entonces se dijo que el «expediente estaba muy avanzado» y desalojaría el centro en el primer trimestre de ese año. Ni ha sucedido ni hay novedades al respecto, según confirmaron esta semana desde el área de Urbanismo.

Siguiendo con el listado, el Palacio de Fuenclara sigue cogiendo polvo. Este año solo dispondrá de 100.000 euros para la redacción del proyecto y realizar las reparaciones de urgencia necesarias, aunque su estado de degradación exigiría una inversión muy elevada para poder reabrirlo, por lo que será complicado darle otra oportunidad. 

Las instalaciones de Giesa, por definir

Precisamente, el mal estado en el que se encontraba la antigua fábrica de Giesa aceleró su reconversión ya que el ayuntamiento tuvo que actuar de urgencia y derribar parte de las instalaciones, las que corrían más riesgo. Ahora, las instalaciones, con una superficie de 9.000 metros cuadrados, están preparadas para albergar nuevos usos, todavía por definir, aunque el alcalde, Jorge Azcón, sugirió reconvertir esta antigua fábrica de ascensores en un centro de formación, emprendimiento e innovación, pese a que los vecinos piden otro usos. Sea cual sea su futuro, lo que hace falta ahora es financiación y las cuentas del 2021 incluyen 1,5 millones para su rehabilitación definitiva y 80.000 para redactar el plan director.

Desde el PSOE, que preside la junta de distrito de Las Fuentes, llegaron a plantear la posibilidad de enajenar una de las parcelas que el ayuntamiento posee para poder costear el proyecto, pero el consistorio quiere construir viviendas en régimen de alquiler social, como estaba previsto, para seguir ampliando el parque público.

El ayuntamiento tuvo que actuar de urgencia el año pasado en Giesa CHUS MARCHADOR

El antiguo reformatorio del Buen Pastor, enclavado en el parque Torre Ramona y que estuvo a punto de ser demolido, también lleva años cogiendo polvo y sufriendo las consecuencias del vandalismo. Un año después de que la DGA cediera su titularidad, en el 2019, el ayuntamiento lo incluyó en listado de edificios de interés histórico artístico de Zaragoza, con el grado de interés arquitectónico que lo blinda para siempre, la capilla del edificio.

En la calle Allué Salvador luce un edificio catalogado Interés Arquitectónico de apenas 265 metros cuadrados y que fue construido en 1940. En su día albergó los talleres de los hermanos Albareda, nombre que mantiene a la espera de que alguna fundación o empresa privada ponga sus ojos en las instalaciones. En el 2013 una empresa ofreció 1,3 millones por el edificio, donde quería hacer vivienda, pero el consistorio se negó a recalificarlo porque en su día había pagado el doble para comprarlo. Desde entonces no ha vuelto a surgir interés

El antiguo reformatorio en Torre Ramona JAIME GALINDO