Horticultura, imserso online para viajar por el mundo sin salir de una sala, masterchef, bingo, la Feria de Abril, excursiones, gimnasia cantada… estas son algunas de las actividades que los residentes de residencia Orpea –100 en la actualidad– llevaban a cabo antes de la pandemia y que ya están recuperando. El siguiente paso es la apertura del spa, seguramente la semana que viene, que les acercará un poquito más hacia la tan ansiada normalidad.

Todos (residentes y trabajadores) están vacunados y actualmente, si mantienen distancia de seguridad, pueden estar sin mascarilla, recibir visitas y, sobre todo, salir sin límite con las familias. Y en el día a día después de mucho tiempo sin actividades, la jornada se va ocupando. Esta semana incluso realizaron una gimcana que incluyó pruebas físicas y cognitivas, con bolas, lanzamiento de peso, formación de palabras, etc. Este jueves les tocaba horticultura y jardinería, por eso a media mañana seis mujeres (separadas en dos mesas) se afanaban en plantar tomates cherry. Primero hacían un huequito en la tierra, después cogían la tomatera y regaban; todo eso con mucho mimo. Después tocaban geranios y margaritas.

Teresa Izuel lleva un año y medio en Orpea y «aunque me acuerdo de mi casa, aquí estoy bien», reconocía. «Nos lo pasamos muy bien y todos los días tenemos actividades», asegura, aunque a ella, lo que más le gusta es «la gimnasia musical y la cocina» y pasar el tiempo con sus compañeras, «que son estupendas», decía sentada junto a María Pilar Ezquerra y Violante.

Cerca de ellas, Purificación Manzano, afirmaba que lo que más le gusta es «el taller de memoria, con cartas para formar animales y juegos para recordar nombres y apellidos. La más veterana es Esther Segura, centenaria, y cinco años ya en Orpea. «Con los años que tengo no me puedo quejar, aunque no me puedo poner derecha», señalaba. Agradecía poner llevar a cabo distintas actividades puesto que «aquí no se puede hacer mucho».

Organizando la plantación de tomates, la terapeuta ocupacional Ana Calvo, quien contaba que las actividades han ido avanzando «con el tiempo». Primero de forma individual, luego por plantas y ahora todos juntos, algo que «agradecen» porque se han «reencontrado con grandes amigas».

Recientemente han comenzado las excursiones. Han visitado la plaza del Pilar, el Centro de Zaragoza y próximamente, el parque Grande. «Ha sido un año duro», señala el director del centro, Alberto Zaragoza, con brotes, restricciones, normativas... «pero siempre hemos tenido el apoyo de las familias».