Un total de 6.789 personas estaban citadas a las 9 de la mañana de este sábado para comenzar el examen escrito de las oposiciones a profesor de Secundaria, Formación Profesional, Artes Plásticas y Diseño en 21 sedes preparadas en las tres provincias aragonesas, después de que el año pasado tuvieran que suspenderse por la pandemia. De las inscritas se han presentado unas 3.400, que optan a las 452 plazas ofertadas. En España fueron 31.172 plazas para 251.821 demandantes.

Por la mañana se han examinado de la prueba teórica y, por la tarde, de las prácticas que, dependiendo de la especialidad, continúan el lunes y el martes. Una vez que finalice esta primera prueba tendrá lugar otra, que no tiene una fecha única, que supone la fase de concurso, en la que se valoran los méritos aportados y una última fase de prácticas.

Una hora antes del inicio del examen, los tranvías seguían llegando vacíos a un Campus Río Ebro todavía desierto de opositores; pero conforme se acercaba la hora de entrada (8.30) a las aulas, los opositores iban concentrándose en la entrada de los edificios. Paseos, sin rumbos, auriculares para concentrarse y móvil en mano. Y silencio, mucho silencio. «Ahora no, que estoy muy nervioso», decían la mayoría al ser preguntados por sus sensaciones antes de la prueba.

Nervios antes de la prueba. JAIME GALINDO

Otros, los menos, querían compartir la experiencia. Como Javier Ceamanos, que ha estado dos años preparándose la oposición. ¿Horas? «muchas», reconocía. Opta a una plaza de Organización y Fabricación Mecánica y sabe que es difícil porque «son muy pocas». Raquel García también lleva el mismo tiempo con la prueba, aunque en su caso, ha estudiado lo que ha podido ya que ha tenido que conciliar la vida personal, que «llega un momento que pesa más». Su prueba es la misma que la de Ceamanos y también considera complicado obtener una plaza ya que solo hay 8 (dos de ellas para personas con discapacidad). Pese a los nervios, García cree que son en las oposiciones donde «se resuelve ser interino o fijo», ha respondido al ser preguntada por la posibilidad de que los que llevan tiempo trabajando puedan pasar directamente a una plaza fija.

Difícil compaginar

Para María Pilar Sánchez, la oposición, después de un curso como este pasado ha sido «un horror». Ella ha estado dando clase y hasta febrero, semipresencial, así que «tenía que preparar trabajos para los que estaban en casa y para los de clase». Y además estudiar; así que ha habido que prepararse «mentalmente» además.

También los había que estaban trabajando en otra disciplina pero «me interesa tener un plan b», decía una joven, que no quiere dar su nombre. Para muchos de los opositores, los más jóvenes, la de este sábado era su primera oposición tras acabar el máster en febrero. Es el caso de Julia Solana, que solo ha tenido cuatro meses para prepararse el examen, pero sobre todo quiere ver «cómo es» y «entrar en las listas». Y el de Daniel Sánchez, que considera que trabajar en la empresa privada ofrece «malas condiciones», así que se presenta para empezar «como interino» y en un futuro volverse a presentar.

Supervisando las pruebas en el Campus Río Ebro, ha estado la directora general de Personal del Gobierno de Aragón, Carmen Martínez Urtasun, que explicó que lo más relevante de esta convocatoria era el aumento de las sedes para poder cumplir el protocolo covid (con un aula para aquellos que no pueden llevar mascarilla) y la inclusión de nuevos espacios porque «necesitamos aulas muy grandes para mantener las distancias de seguridad». En Teruel (5 sedes) son todo institutos, en Huesca (5) la novedad es el Palacio de Congresos, y en Zaragoza (11) se ha cambiado la Facultad de Educación, por el Campus de San Francisco y dos edificios del Río Ebro. 

Para el Gobierno de Aragón es «esencial» la política de estabilidad, «intentar tener más funcionarios y menos interinos». Para estas oposiciones se han seguido «los mismos protocolos» que en el curso por lo que «bajaremos el índice de interinidad». Además, reconoció Martínez Urtasun que se han «flexibilizado los exámenes» para quien se encuentre en cuarentena pueda hacer la lectura o defensa de la programación en otro momento.