Convivir con el entorno familiar es algo que se ha venido repitiendo como medida de seguridad desde que llegara el coronavirus. Las autocaravanas son, quizás, el modelo que mejor permite ir de viaje con la familia o con los amigos más cercanos. El año pasado se vendió todo a pesar de la pandemia, y este año ha vuelto a ocurrir lo mismo. Los vendedores aragoneses de este vehículo confirman que ya no quedan unidades a la venta aun con el verano prácticamente sin empezar.

«Todo el mundo se ha lanzado al caravaning porque hay mucha incertidumbre con la contratación del hotel, el que tenía dinero guardado se ha lanzado a esto, aunque muchos financian», explica la directora comercial de Autocaravanas Aragón, Mayte Blanco. «No hay estoc y hasta septiembre no viene la temporada nueva», afirma, por lo que las posibilidades de adquirir este vehículo se esfuman. «Se están vendiendo muchas caravanas y autocaravanas, la producción de este año ya lleva muchos meses agotada. Todos los modelos están agotados, y el tipo de demanda es tanto familiar como de pareja, es muy variado», detallan desde la empresa Caravaning Plaza.

Según los datos ofrecidos por Autocaravanas Aragón, el año pasado se vendieron, aproximadamente, 75 caravanas y 150 autocaravanas, «y este año vamos por el mismo camino», confía Blanco. Se trata de un producto que viene creciendo en interés desde el curso pasado cuando también «se vendió todo».

Lo mismo ocurre con el alquiler de estos vehículos. En estos momentos es prácticamente imposible encontrar una autocaravana de préstamos en puntos de venta oficiales. «El alquiler está todo completo para verano, suele tener un precio medio de entre 150 y 170 euros al día», apuntan desde la empresa Caravaning Plaza. Mayte Blanco, por su parte, también refleja que ha habido «mucha demanda de alquiler» este último año. «Solemos tener algo libre de última hora pero este año nada».

En este sentido, en esta comercial zaragozana lo que sí han identificado es un perfil de cliente nuevo, que, generalmente, también está bien posicionado económicamente. «Hay mucha gente nueva. Este tipo de cliente ha nacido estos dos últimos años, ya que con la autocaravana no tienes porque ir a camping y cada vez hay más zonas de pernoctas en España. Además, el usuario de caravana gasta mucho, el que compra una autocaravana está bien posicionado económicamente», dice Blanco.

El coronavirus, como tal, no ha supuesto un gran contratiempo para este mercado aragonés. Las unidades se han seguido vendiendo a buen ritmo, aunque no todo se ve con buenos ojos. «Que la gente venga a comprar y no haya unidades, no son buenas noticias», expresan desde la tienda situada en el polígono industrial Plaza de la capital aragonesa.

Sin embargo, la falta de suministros en ciertos momentos complicó la venta. «Hemos tenido problemas de suministros de piezas. Fiat no nos servía luces led y muchas caravanas se retrasaron. Pero los problemas empezarán ahora, y tendremos más problemas la temporada que viene porque China sigue cerrada», añade Blanco. No obstante, han trabajado siempre para resolverlos. «Los hemos podido más o menos solventar. Como vendemos marcas alemanas y francesas, Alemania y Francia han estado más arduas al conseguir las piezas que empresas de Italia o España», indican desde la tienda Autocaravanas Aragón.