La palabra anglosajona startup ha pasado a ser uno de los términos más mencionados en el mundo empresarial, sobre todo a raíz de la Gran Recesión de 2008 y la necesidad de reinventar y digitalizar la economía. El concepto hace referencia a las empresas emergentes, normalmente con un alto componente tecnológico, con grandes posibilidades de crecimiento y que, por lo general, respaldan una idea innovadora que sobresale en el mercado. Este modelo de negocio ha echado raíces en Aragón, donde en los últimos cinco años (2015-2020) han nacido y siguen activas un total de 423 de estas firmas, según un estudio elaborado por consultora Informa D&B.

Suponen solo el 4,3% de las 9.764 sociedades creadas en dicho periodo en la comunidad. Pueden parecer pocas, pero su valor cualitativo importan más que cuantitativo. De hecho, la facturación media de las empresas que entran en esta definición es un 21% más elevada que el resto, algo que sí ha disparado la pandemia el año pasado, según los datos del estudio extrapolable a Aragón. De su buena marcha depende en gran medida que la comunidad avance hacia una economía más digital e innovadora, en definitiva, con más valor añadido y capacidad de resistencia.

En el análisis del informe se aprecia que tienen «un mayor porcentaje de supervivencia». Ocho de cada diez continúan abiertas, frente al 74% de las demás, lo que desmiente la idea de que son «negocios de más riesgo». Es más, su probabilidad de cierre en los próximos 12 meses es menor y también el riesgo de liquidez (probabilidad de impagados).

La propensión a crear empleo es igualmente mayor entre las startups, que tienen un promedio superior de trabajadores --seis frente a cinco-- y contratos de más calidad --el 80% son fijos frente al 67%--. En sentido opuesto, tanto su actividad exterior (importaciones y exportaciones), que realiza solo un 5%, como la implantación en el extranjero (el 0,24%), es baja en este tipo de negocios. Eso sí, son hasta dos veces más activas en redes sociales y medios de comunicación: un 15% frente al 7%.

¿Es Aragón un buen sitio para emprender este tipo de negocios? La realidad es que Madrid y Cataluña --Barcelona, sobre todo-- son el gran semillero de la innovación en España, donde existen en la actualidad 22.771 startups. Tres de cada cinco tienen su sede en estos territorios. Aún así, nuestra comunidad cuenta con puntos a favor que hacen que sea un lugar atractivo para estas inversiones, pero otros aspecto están por explotar.

La experiencia del CEEI Aragón

"Los mercados son más globales que nunca, la tecnología está yendo a un ritmo trepidante… se puede emprender desde cualquier parte del mundo", asegura Celia García, gerente de CEEI Aragón, el centro de referencia para proyectos empresariales de base tecnológica de la DGA. Fue creado en 1992 precisamente para impulsar la innovación desde el emprendimiento y tiene sedes en Huesca, Zaragoza y Teruel. En este tiempo, ha dado su apoyo a más de 300 iniciativas

"Podemos decir con orgullo que la tasa de supervivencia de nuestras empresas emancipadas es del 80% a los diez años de vida", subraya García. Entre las más conocidas están Libelium, Hiberus, Certest Biotec, Fibercom, Bitbrain o Dynamical 3D.

"En Aragón tenemos mucho que ofrecer, por nuestra ubicación estratégica, por el talento humano, que hay que capacitar de forma continua, y por el poder de atracción de inversión y de nómadas digitales", sostiene. A esto se suman otros alicientes para los que estén buscando naturaleza y "un estilo de vida más tranquilo".

A su juicio, lo importante "es tener una buena idea, ir bien acompañado en el camino". Esto pasa, según explica, por tener un modelo de negocio escalable, una estructura de socios bien balanceada, poder conseguir talento, seguir un método (plazos, seguimiento de objetivos), una gran capacidad de adaptación y acceso a la financiación.

Una tasa de emprendimiento más baja

Según el informe GEM 2020, el 23% de las iniciativas emprendedoras aragonesas aplican la innovación en producto, servicio o proceso. La tasa de emprendimiento en la comunidad es del 4,9». "Estamos algo por debajo de la media nacional, y en esto precisamente estamos trabajando todo el ecosistema de innovación y emprendimiento: en ayudar a generar más startups y en apoyar en el crecimiento de las que ya existen", afirma la gerente del CEEI.

"Aragón es un buen lugar para emprender, sumamente bien conectado, donde la ubicación puede jugar un papel muy interesante", opina Patricia Tejero, presidenta y cofundadora de Araban (Aragón Business Angel Network), la red aragonesa de business angels (persona que aporta su dinero, experiencia y contactos a empresas creadas por emprendedores). Aunque puntualiza que en el mundo del emprendimiento es considerada «una plaza complicada para ciertas cosas», por esa misma razón "quedan muchas oportunidades a las que dar respuesta". Entre sus alicientes, destaca "diversidad" territorial por contar con un amplío entorno rural, en el que "el emprendimiento está cada vez más en auge", y Zaragoza "como ciudad de pruebas".

"Debiéramos empezar a plantearnos como territorio cómo visibilizar la excelente calidad de vida que tenemos para atraer más talento que quiera emprender en Aragón o que se una a las startups existentes", reivindica Tejero.

Oportunidades en la incertidumbre

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Sobres si es un buen momento para montar un negocio innovador, considera que "depende" de las circunstancias. "Si los emprendedores tienen identificada claramente una necesidad, pueden prototipar rápido, cuentan con el conocimiento (y/o el equipo para ello) y son capaces así de comprobar si hay mercado, a por ello", argumenta. "Hay que tener claro --continúa-- que esto es una carrera de fondo y no de velocidad (bueno, a veces de las dos a la vez…), así que cualidades como la persistencia ayudarán bastante".

Y es que, aunque estamos en un momento de incertidumbre, este es precisamente el ámbito "en el que las startups nacen y se desarrollan", recuerda Celia García. "Hay un gran impulso actualmente para su creación, con líneas de ayudas y todos los mecanismos de los que disponen las distintas administraciones, como por ejemplo el Gobierno de Aragón", sostiene. En este sentido, destaca la reciente publicación por parte del Gobierno de España del anteproyecto de la Ley de Startups con medidas concretas para crear un hub europeo de emprendimiento digital.