"Que no estaba muerto, que estaba de parranda". El estribillo de la conocida canción El muerto vivo de Peret fue la anécdota que sacó la sonrisa a los máximos dirigentes del país, reunidos este viernes en la XXIV Conferencia de Presidentes, celebrada este viernes en Salamanca, y con la que el presidente aragonés, Javier Lambán, quiso dejar claro que le queda cuerda para rato.

Un chascarrillo que enseguida trascendió a los periodistas y pretendía zanjar el debate sobre el estado de salud del líder aragonés tras ser operado a finales de mayo del cáncer de colon que padece. Las muestras de cariño de otros líderes, con el efusivo abrazo del presidente Pedro Sánchez, también reflejaron la preocupación de la clase política española por el estado de salud Lambán, que participó en la cumbre acompañado por la consejera de Presidencia, Mayte Pérez.

El muerto que estaba muy vivo también alzó la voz por las comunidades "que creen en la unidad de España" y que, como Aragón, "han recibido un trato injusto" por parte del Estado. Tras criticar la "anomalía democrática" de la ausencia de Cataluña en la cumbre de presidentes y la "presencia reticente" de otros, como el lehendakari Íñigo Urkullu, el presidente aragonés defendió un modelo de país que apueste por la financiación autonómica basada en el "coste real de los servicios" y no en los criterios población para poder revertir la despoblación que tanto afecta a la comunidad autónoma, y a otras y que ahora marca también la agenda del Gobierno central.

La financiación autonómica y la despoblación son "dos caras de la misma moneda", aseguró Lambán, por lo que hasta que no cambie un modelo, afirmó que no se atajará la pérdida de población en la "España Abandonada", que no "vacía", para el líder socialista aragonés. "Si se sigue financiando a las comunidades autónomas por número de habitantes, se condena a la despoblación y la ruina absoluta al resto del país", aseveró.

De hecho, el líder del cuatripartito cuantificó en "tres o cuatro veces superior" el coste de los servicios públicos en Aragón que en regiones más pobladas, como "Cataluña, Baleares o la Comunidad Valenciana". Y asumió, antes de que el Gobierno de España abra el melón de la financiación autonómica, que será "un debate a cara de perro porque estamos hablando de un modelo de país".

Además, subrayó la "necesidad" de que la lucha contra la despoblación "impregne las grandes políticas públicas", más allá de enfocarse en una "estrategia grandilocuente". "Si en la Política Agraria Común (PAC) se mantienen los derechos históricos, flaco favor le hacemos a la lucha contra la despoblación", insistió.

Con el mismo argumento como hilo conductor, el presidente aragonés reclamó un reparto de los fondos europeos que ayude a construir la igualdad entre las comunidades autónomas. "Han de ser una oportunidad para reequilibrar a las distintas regiones. Hay muchas, entre ellas Aragón, que han recibido un trato injusto. Comunidades que han sido postergadas por el Estado que, sin embargo, ha beneficiado a las que ahora más protestan", se quejó Lambán.

Además, para el líder aragonés, la lluvia de recursos de que llega de la Unión Europea también debe servir para modernizar "la economía real del país", las pequeñas y medianas empresas. "Sería importante que el corazón de la gestión de los fondos, que es el Gobierno de España, prescinda de las arterias para hacer llegar a la red capilar la sangre de los fondos. Es decir, que prescinda de las grandes empresas y llegue directamente a las pymes", reclamó Lambán.

Las expectativas de recuperación económica, aupadas por la "exitosa" campaña de vacunación alineó ayer a los dos presidentes. "Somos líderes no solo en Europa, sino en el mundo", ensalzó el jefe del Ejecutivo autonómico, que recordó que "la vacunación es el único remedio" para ponerle fin al coronavirus. Por eso, el anuncio de Pedro Sánchez de la llegada de más de 4 millones de vacunas, servirá "para que los objetivos del 100% de vacunados mayores de 12 años lleguen mucho antes de lo previsto".

La ausencia de Cataluña, "una anomalía democrática"

El presidente de Aragón, Javier Lambán, fue muy crítico ayer al denunciar la ausencia de su homólogo catalán en la XXIV Conferencia de Presidentes celebrada, con la presencia del rey Felipe VI, en Salamanca. "Me ha parecido muy grave la repetición de esa anomalía democrática que supone la ausencia sistemática de algún presidente autonómico", empezó Lambán, y señaló al "presidente Aragonés García".

"Los demás venimos a este tipo de convocatorias si nos llama el rey o el presidente del Gobierno. Venimos por respeto a los demás, por convicción constitucional y porque la mejor manera de defender el interés general es asistir a estas convocatorias", defendió el presidente aragonés.

Además, Lambán aseguró que estas ausencias y "presencias reticentes", en referencia a Urkullu, "limitan nuestras posibilidades para hacer de España un proyecto nacional de éxito".

Por eso, manifestó su deseo de "que llegue el momento de que quien quiera mantener las relaciones bilaterales, tenga que aceptar la relación multilateral con todos los presidentes".

Asimismo, subrayó su compromiso en seguir persiguiendo la "igualdad" de todos los españoles. "Quienes creemos en la Constitución Española, en la unidad de España como sinónimo de igualdad de derechos y oportunidades, no dejaremos de trabajar para corregir estas anomalías democráticas", subrayó.