Tras más de una década de investigaciones, la empresa Fertinagro Biotech, perteneciente al grupo turolense Térvalis, ha puesto en marcha en su fábrica de Utrillas (Cuencas Mineras) una innovadora planta para la producción de biofertilizantes, un sector que la compañía quiere liderar a nivel europeo. Estos abonos proporcionan soluciones sostenibles a todos los productores de alimentos en su necesidad de cumplir con los objetivos medioambientales. La nueva instalación ha sido inaugurada este lunes de manera oficial por el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, junto al presidente del grupo empresarial, Generoso Martín.

La planta ha supuesto una inversión total de 26 millones de euros, 20 de ellos en propiedad intelectual y otros seis en activos fijos. La producción anual rondará los 5.000 toneladas, lo que la convierte en la fábrica de biofertilizantes más grande de Europa. Adicionalmente, dará lugar a más de 1 millón de toneladas más en el conjunto de las 28 plantas del grupo en Europa.

Estará a pleno rendimiento a principios de 2022 tras la puesta en marcha de todas las secciones que la configuran y la formación y el entrenamiento de todo el equipo humano. Actualmente ya están contratadas 14 personas (nueve mujeres y cinco hombres), más del 50% de la plantilla de 25 trabajadores que prevé alcanzar este unidad productiva para la próxima primavera, con la incorporación de personal técnico en ramas de la biología, biotecnología, química análisis ambiental y agronomía. Fertinagro emplea a más de 80 personas en toda la fábrica de Utrillas.

37 inversiones en Teruel

La instalación industrial es una de las primeras actuaciones de Térvalis en su plan estratégico, con el que espera alcanzar su plena descarbonización en 2030. También pretende acelerar el desarrollo sostenible en la provincia de Teruel, donde contempla impulsar más de 37 inversiones en zonas de reto demográfico que suman más de 275 millones de inversión en proyectos relacionados "con la transición hacia modelos de bioeconomía circular justa" en todos los sectores económicos de la provincia, explicaron fuente de la empresa. Buena parte de estas iniciativas han sido presentadas al Gobierno de España para su financiación con los fondos europeos de recuperación.

El director de Planificación Estratégica del grupo Tervalis, Sergio Atares, afirmó este lunes en el acto de inauguración que empieza a verse la luz en la crisis del coronavirus, pero continúa “el estado de emergencia medioambiental”, lo que a su juicio obliga a transitar hacia un modelo de producción agroalimentaria más “ecológico y sostenible”. Esta es la apuesta de la compañía con la especialización en la fabricación de biofertilizantes, que supondrán “un cambio sustancial en la forma en que nos alimentamos”.

“4.000 millones de habitantes estamos aquí gracias a la utilización de fertilizantes, sin ellos la mitad de la población no tendríamos acceso a los alimentos, pero también es cierto que originan impactos ambientales importantes que queremos eliminar”, afirmó. Fertinagro lleva años investigando en nuevas técnicas para producir abonos sostenibles de forma competitiva, algo que se consigue mediante el uso de microrganismo de origen natural que favorecen los procesos de desarrollo de los cultivos. Se trata, explicó Atarés, de “aprender de la naturaleza para conocer sus mecanismo, aprovecharlos e impactar menos en el medio ambiente”.

Los biofertilizantes son la principal solución para conseguir la transición desde la fertilización química dominante en el sector actualmente, hacia una fertilización biológica, más sostenible y ecológica. Son productos basados en microorganismos vivos, que favorecen los procesos de crecimiento y desarrollo de los cultivos, aumentando la eficiencia de utilización de los nutrientes minerales, y de esta forma, minimizando el impacto ambiental en la producción de alimentos.

Solución al problema de los purines

Los bioproductos fabricados en la planta que permiten equilibrar y convertir los purines y otros estiércoles en fertilizantes sostenibles, algo en lo que Fertinagro lleva años investigando con iniciativas de I+D como Fertimanure, financiada por la Unión Europea. En concreto, elabora un microrganismo que evita la emisión de amoniaco en las granjas y estabiliza los desechos animales, que posteriormente se someten un tratamiento con bioestimulantes que permite incrementar su aprovechamiento en un 30%. “Es un ejemplo de lo que pueden hacer los biofertilizantes en la nueva transición alimentaria”, remarcó Atarés, quien cree que Aragón puede liderar este proceso de transformación sostenible al igual que ocurre en la transición energética.

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Especial relevancia dio Lambán a este proyecto, que hace que los purines pasen “de ser un problema a un recurso” como fertilizante. De esta manera, aseveró," Aragón puede ponerse “a la cabeza” en solucionar un elemento “utilizado por los enemigo del desarrollo rural, de las granjas”.

El presidente destacó también la pujanza del Grupo Térvalis, al que definió como uno de los principales “actores económicos” del presente en Aragón “y los será más en el futuro”, agregó, al tiempo que destacó su expansión por el continente africano y que sea un referente en el impulso de proyectos de economía circular. Sobre este último concepto girará un congreso que se celebrará en Teruel del 17 al 18 de noviembre, un foro con el que la provincia se situará en el mapa de este sector emergente.