Los inversores deben invertir en megatendencias pero siempre de una forma diversificada. Hay que buscar una rentabilidad económica, pero acostumbrémonos a buscar también un beneficio más allá de ese retorno financiero. Están cambiando el mundo, ofrecen un enfoque a largo plazo, son fáciles de entender, cercanas al inversor pero, sobre todo, tienen esa orientación de crecimiento y son referentes en la sociedad y en lo económico. Las megatendencias son una forma clara de invertir para buscar el crecimiento sostenible a largo plazo y poder beneficiarnos de él.

Estas fueron algunas de las conclusiones del encuentro online que pudo seguirse el pasado jueves a través de la web de este diario y que, con el título Invierte en tendencias, contó con la participación de Tania Salvat, miembro del equipo de Distribución de BlackRock en España, Portugal y Andorra; Víctor Asensi, Institucional Sales Internacional de DPAM; Inés del Molino, directora de Cuentas de Schroders; y Celso Otero, gestor de Renta 4 Gestora. La periodista Susana Criado fue la encargada de moderar este evento enmarcado en el II Ciclo Nacional para Inversores organizado por Renta 4, Prensa Ibérica y EL PERIÓDICO DE ARAGÓN.

La megatendencia es el conjunto de aspectos de la sociedad y entorno encaminados en una dirección, transformando los comportamientos y hábitos de consumo, cuyo impacto es global y de largo plazo. «Estamos viviendo un cambio revolucionario que probablemente no se haya visto desde la revolución industrial y eso hace que vayan surgiendo nuevas temáticas donde invertir, con carácter global y largoplacista. Los asesores intentarán proporcionar a los inversores un fondo de inversión bajo otro nombre, otra temática. Irán surgiendo muchas más», destacó Inés del Molino.

Para Celso Otero, la tecnología nos ha cambiado la vida y representa «la tendencia que une a todos los sectores», juega un papel muy importante y se presentan muchas oportunidades en campos como la salud o las energías renovables, entre otras muchas para invertir. «Este tipo de productos dan un aspecto diferenciador, buscan un crecimiento sostenible en el largo plazo, pero no todo vale. No porque esté de moda hay que ir corriendo detrás. Hemos ido sacando vehículos atractivos y con un recorrido en el largo plazo, pero el inversor debe mirar con cautela sus inversiones porque estamos en un mercado muy alcista. No solo hay que atender los crecimientos futuros sino a qué precios se están comprando».

¿Por qué hay que invertir?

Tres son las razones que esgrime Tania Salvat respecto a los fondos de inversión. «Tienen un enfoque de largo plazo y, por tanto, menos cíclico. Es una inversión intuitiva y fácil de entender porque son muy cercanas al inversor. Y, en tercer lugar, tienen una orientación de crecimiento y permite adelantarnos a cambios y tendencias, invirtiendo en compañías que en el futuro serán referentes en la sociedad y en lo económico». 

En este sentido, Salvat identificó cinco megatendencias. Habló del efecto del cambio climático y la escasez de recursos en una población mundial que va en aumento; el cambio demográfico y social, con un aumento de la población de más de 60 años; y el poder económico cambiante y la solidez de países emergentes como India y China; la rápida urbanización, junto al incremento de población y las nuevas formas de estructurar las ciudades. Sin olvidar, «los avances tecnológicos disruptivos, que va a ser la megatendencia que más afectará a las anteriores y más evolución ha experimentado en los últimos años». En este sentido, destacó que este año se prevé que «la mitad de la población mundial esté conectada a internet».

Para Víctor Asensi existe un argumento de peso para invertir en megatendencias, entendidas éstas como el camino hacia el que se dirige la sociedad a largo plazo debido a unos cambios de consumo, tecnológicos, productivos... que, además, permanecerán en el tiempo. «Invertir en tendencias tiene un crecimiento por encima de la media, una aceleración, un viento de cola favorable estructural, que empujarán al inversor a obtener un incremento de resultados gracias a los buenos márgenes de aquellas empresas que estén bien posicionadas en esas megatendencias».

El papel del asesor

Pero la oferta de tendencias o temáticas es muy amplia. «Recomendamos que los inversores se dirijan a un asesor para comentarles sus expectativas, el plazo al que pueden invertir, las necesidades de liquidez, los miedos que tienen o hasta dónde están dispuestos a aguantar la tensión y dormir tranquilos», destacó Inés del Molino. Con esas cartas sobre la mesa, el asesor será quien recomiende coger una tendencia u otra. «Hay infinitas temáticas y no todas son de renta variable. Casi todas son estrategias de inversión a largo plazo y globales, pero será el asesor quien nos ayude a elegir la temática que más se ajuste a cada inversor».

Para aquellos perfiles de clientes que les gusta hacerse la cartera, Celso Otero consideró fundamental que se fijen en una temática a largo plazo y en crecimientos que estén inmersos en una megatendencia. «Hay que huir de las modas, porque puede ser un gran riesgo. Creo que es fundamental fijarnos en que las empresas y las temáticas que nos gusten estén generando dinero para así evitar caer en trampas de corto plazo y modas pasajeras», apuntó.

Y es dónde apareció el término sostenibilidad. ¿Son todas las temáticas sostenibles? «Generalmente sí. Si nos fijamos en el amplio abanico que hay de temáticas y subtemáticas, casi todas tienen un gran componente ligado a la sostenibilidad», afirmó Víctor Asensi. Y puso como ejemplos, la comida sana, el cambio climático, la ciberseguridad o la nanotecnología aplicada a la medicina.

Para Inés del Molino, sin embargo, toda inversión tiene que tener un reflejo positivo en nuestro entorno social, personal y económico. Esa es la forma que tiene de entender el mundo de la inversión. «La sostenibilidad no es una temática, sino nuestra forma de gestionar y la forma en la que está evolucionando la industria. Será difícil que dentro de unos años nos encontremos con estrategias que no son sostenibles. Todas las casas de gestión estamos trabajando para trasladar ese mundo financiero a proporcionar beneficios económicos más allá».

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Según los expertos, 2021 está siendo un buen año y en este escenario «los activos de renta variable lo están haciendo muy bien». Y ya todos miran a la recta final de este año. «Esperamos que sí pueda haber un incremento de volatilidad de los mercados por diferentes motivos, que pueden ser una amenaza y riesgo, como la inflación, si es un tema coyuntural y pasajero, o se genere una estanflación. Estaremos muy pendientes del crecimiento económico y de los resultados de las compañías y revisiones de beneficios a la baja», señaló Pilar Barcelona.

Cuatro temáticas de fondos de inversión

Los cuatro expertos en gestoras internacionales participantes acercaron sus respectivas apuestas en fondos de inversión. El BGF Multi Theme Equity Fund es un fondo multitemático que implementa en su cartera todos los productos de la plataforma de temáticos de BlackRock. «Es un vehículo fácil para obtener una exposición diversficada a temas de sectores muy variados. Destaca porque se gestiona de manera dinámica, es decir, combina una cartera de temas de largo plazo con otras que forman parte de lo que llamamos ‘asignación dinámica’ que captura el movimiento de las tendencias más a corto plazo. Las cinco primeras posiciones del fondo se centran en agribusiness, agua, energía sostenible, economía circular y fintech», explicó Tania Salvat.

Por su parte, el fondo Schroder ISF Global invierte en sociedades cotizadas y mobiliarias. «Si nos centramos en los que los inversores españoles suelen tener es que cerca de tres cuartas partes de nuestras inversiones se destinan a nuestro propio inmueble o segunda vivienda quien tenga. Esa inversión es absolutamente líquida, aprovechando la revalorización de los inmuebles en determinadas ciudades», señaló Inés del Molino. Este fondo analiza todas las ciudades del mundo y establece un ránking en base a criterios sostenibles (eficiencia energética, universidades, comunicaciones, densidad demográfica, impacto medioambiental...) y financieros (renta per cápita, crecimiento económico...). «Las primeras son las ciudades del futuro y los precios de estos inmuebles que hay en ellas serán al alza». 

El fondo NewGems Sustainable de DPAM invierte en siete megatendencias: nanotecnología, ecología, salud, generación Z (jóvenes), sociedad ‘online’, industria 4.0 y seguridad (física y ciberseguridad). «Estas siete temáticas engloban a la sociedad del futuro y es donde queremos estar posicionados. El fondo cuenta con 80 compañías, muy innovadoras, muy disruptivas, y tratamos de seleccionar los ganadores y ser muy selectivos, destacó Víctor Asensi. 

Y Renta 4 Megatendencias Tecnología invierte en compañías de distintas áreas relacionadas con la tecnología en toda su amplitud. «La tecnología tiene como gran virtud su escalabilidad y los siete mil millones de consumidores son un mercado potencial», recordó Celso Otero.