El aragonés podrá optar a las ayudas y premios que convoque el Estado si se cumple la proposición no de ley que ayer aprobó la Comisión de Cultura del Congreso que defendió la diputada de Unidas Podemos Sofía Castañón y que contó con el apoyo del PSOE y el Grupo Plural. PP (que consideró que la iniciativa debía debatirse a nivel autonómico) y Cs se abstuvieron y solo Vox, que definió la propuesta como «un chiringuito» y el asturiano y el aragonés como lenguas inventadas que se «entienden» y por tanto no es necesario gastar dinero en traducciones.

Los diputados que apoyaron la propuesta se escudaron en que tanto el aragonés como el asturiano, a pesar de que no son reconocidas como lenguas oficiales en el Estatuto de Autonomía, sí gozan de especial protección esos textos legislativos, así como en la Carta Europea de Lenguas Regionales y Minoritarias. 

El Ministerio de Cultura subvenciona, este año con un importe global de 200.000 euros, las traducciones de obras literarias a distintas lenguas del Estado distintas del castellano, pero por no ser oficiales no podían optar a las mismas los trabajos de creación que se realizan en aragonés y en asturiano. Ya en marzo el Congreso aprobó un mayor reconocimiento de ambas lenguas. Precisamente, los defensores de la lengua asturiana celebraron este fin de semana una multitudinaria manifestación para que se amplíe su reconocimiento. En el caso del aragonés, al igual que el catalán, el Estatuto contempla su protección pero no su oficialidad. Existe una dirección general de Política Lingüística y recientemente se ha creado la Academia del Aragonés. Aunque es una lengua en retroceso y, según la propia Unesco, una lengua que corre riesgo de desaparecer por su falta de transmisión generacional, son numerosos los trabajos editoriales en defensa y promoción del aragonés.