Beamonte no sigue al frente del PP y Azcón se perfila como el nuevo líder en Aragón

El Partido Popular cambia de rumbo. No fue una sorpresa el anuncio hecho por Luis María Beamonte, esperado desde hace días y confirmado este viernes por el presidente del PP en Aragón, que citó a media tarde a los medios de información para hacer público que no continuará al frente del partido en la comunidad. El actual líder del PP no se presentará a la reelección en el cercano congreso regional, que se celebrará los días 18 y 19 de diciembre, según quedó establecido en un encuentro celebrado por la mañana en Madrid con el presidente nacional de la formación, Pablo Casado, una reunión que parece anticipar un futuro con Jorge Azcón como nuevo líder en Aragón, independientemente de que se mantenga por ahora al frente del Ayuntamiento de Zaragoza.

De esa cita saldrá elegido el nuevo jefe del partido en la comunidad. Todos los focos apuntan a Azcón, la figura más reconocible hoy en día tanto en el panorama nacional como en el territorio y que cuenta, además, con una corriente mayoritaria de seguidores dentro del PP. «Si se presenta, como dijo él en su día de mí, le votaré», zanjó ayer Beamonte sin querer entrar en más detalles de quiénes pueden ser los candidatos a llevar las riendas de la formación conservadora.

De momento, Beamonte seguirá como presidente del grupo parlamentario y portavoz en las Cortes de Aragón, aunque nacionalmente se incorporará «a alguna de las áreas que en su momento se comunicará», a petición del presidente nacional, Pablo Casado, dentro de la política institucional. Lo hará «si todo va según lo que hemos hablado», dijo el presidente de la formación en Aragón, quien aseguró que «nadie me ha forzado a presentarme y nadie me ha forzado a no presentarme», tras reconocer que ha sido una decisión «meditada», tomada «tras valorar personal y políticamente las circunstancias que concurren».

Según expuso Beamonte, después de cuatro años al frente de los conservadores aragoneses, «toca dejar paso a otros compañeros en el escenario de la política orgánica autonómica», en una sucesión que «deberán ser los afiliados quienes decidan», aunque los que quieran optar al puesto deberán dar primero «un paso adelante».

«Soy un hombre de partido y ello me obliga a un compromiso mucho más fuerte, más arraigado e intenso, con el objetivo de conquistar los gobiernos de las principales instituciones», destacó el líder conservador en la comunidad, que deja un partido «unido, cohesionado», «con todas las opciones de recuperar las principales instituciones».

De momento, continuará con las mismas funciones en las Cortes de Aragón, en principio hasta el final de la legislatura. «Yo había planteado no tener protagonismo en el Parlamento, pero me han pedido que siguiera al frente y tocaba dar la cara con valentía», explicó Beamonte, que no quiso hablar de futuro ni alternativas porque «no me corresponde decir a mí», algo que «decidirán los afiliados en el congreso correspondiente».

Allí, se supone, estará Azcón, «un buen amigo al que le tengo gran cariño» y al que «votaré» si se presenta, una decisión que se considera en los círculos del partido muy probable ya que hay una corriente mayoritaria que cree que el alcalde de Zaragoza es la persona adecuada para ocupar ese puesto, además de la relevancia nacional que ha ganado.

 La opinión de Casado

Habrá que saber también cuál es la opinión de la dirección nacional del partido, que ha sido la que le ha sugerido a Beamonte que ha llegado el momento de dar un paso a un lado. De hecho, Azcón mantiene una relación inmejorable con Pablo Casado, que valora en el primer edil zaragozano la capacidad que ha demostrado no solo en el consistorio sino por el trabajo «brutal» –así lo describen­– que ha hecho como portavoz de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y el liderazgo que ha mostrado en defensa del municipalismo en la rebelión de los alcaldes (no solo del PP, también de otros partidos como el PSOE).

Azcón siempre ha dicho que nada le hace más feliz que ser alcalde de su ciudad, pero en el horizonte se le abren múltiples posibilidades, que irán en función también de las exigencias de Casado y de las conquistas de su partido a nivel nacional. Del movimiento futuro del alcalde dependerán otras piezas, aunque hay que recordar que, si bien el presidente regional se elige por votación, el candidato al Gobierno de Aragón se decide directamente desde Génova. En resumen, el puzle sigue sin estar armado, pero hay bastantes piezas ya encima de la mesa. Entre las nuevas se puede incluir a Ramón Celma o María Navarro. Y casi se puede sacar a Mar Vaquero, actual secretaria general con Beamonte. Falta por saber si alguien se atreverá a presentarse contra la rebelión de Azcón.