La sostenibilidad es una meta global irreversible. Cada vez es mayor el número de industrias que busca mejorar su competitividad a través de la implantación de procesos productivos más eficientes y responsables con el medioambiente. Una finalidad para la cual el hidrógeno juega cada día un papel más esencial. Pero la novedad de este elemento requiere también el conocimiento, los desarrollos tecnológicos y soluciones que ofrecen centros tecnológicos como Circe.
La contribución tecnológica de Circe es extensible para cada una de las etapas que atraviesen las industrias respecto a la integración del hidrógeno. «Desde el estadio cero, aquellas que se están preguntando cómo introducir el hidrógeno en su plan de descarbonización o quiénes le van a suministrar el hidrógeno; hasta aquellas industrias que se están preparando para la recepción e integración de hidrógeno, a las que nosotros podemos ayudar con nuestros análisis tecnoeconómicos, planes de implantación de hidrógeno en la industria; e industrias que ya están empezando a integrar un porcentaje de hidrógeno en su proceso industrial. Aquí podemos ayudar con desarrollos y tecnologías de combustión, de visión por computación, de simulación, de eficiencia energética e integración de procesos. Podemos acompañar a la industria desde el estadio más temprano hasta la integración real del hidrógeno en su proceso», explica el director del Área de Industria y Energía de Circe, Eduardo Cembrano.
Aportando soluciones desde 1993
El centro trabaja con grandes, pequeñas y medianas empresas, en concreto, con el sector energético, el sector intensivo en energía y los grandes consumidores de energía, junto a la industria representada en Aragón. «Conocemos bien sus procesos y necesidades. Intentamos con nuestro desarrollo tecnológico acompasar los tiempos de la tecnología con las necesidades de los sectores. Llevamos aportando soluciones desde 1993», afirma Cembrano.
«La mejora de la sostenibilidad de la actividad industrial» es una de las ventajas principales que supone el hidrógeno para las industrias, así como el impulso de economías de escala del hidrógeno verde para que «los generadores de hidrógeno puedan implementar sus plantas de generación y a los consumidores del mismo les sea rentable poder sustituir los combustibles convencionales por hidrógeno verde». «Todas las políticas internacionales, europeas, nacionales y regionales apuntan a una descarbonización total de la economía e industria para 2050. El hidrógeno es un vector importante para alcanzar esa finalidad climática en el medio plazo. Además, es una oportunidad para reindustrializar ciertos puntos de la economía generando modelos de negocio y aportando valor en la economía y especialmente en Aragón», comenta.
La localización geográfica de Aragón, unido al hecho de ser «una de las comunidades donde tenemos y pretendemos tener más instalaciones de generación de renovables», sitúan a la comunidad en una buena posición en el contexto nacional. «Por tanto, por un lado, tenemos capacidad de energía renovable que alimenta a los electrolizadores para producir el hidrógeno verde y, por otro lado, tenemos la posibilidad del consumo. Además, tenemos incluso esa infraestructura que puede ayudar en el transporte de este hidrógeno», expone Cembrano, destacando que «las industrias aragonesas son pioneras en innovación y descarbonización».
Proyecto Flexconfu
En esta línea, Circe cuenta con diferentes proyectos para la generación y consumo de hidrógeno. Uno de ellos es un proyecto europeo, Flexnconfu, basado en «la integración de hidrógeno y amoníaco en ciclos combinados de gas natural para generación eléctrica. Con esto se dota a estas centrales de mayor flexibilidad y se reducen las emisiones de CO2.
La labor de Circe en este proyecto se centra en «optimizar ese puente entre generación y consumo» y ayudar a la implementación de esta tecnología en una de las principales centrales de ciclo combinado de Portugal. El uso de dos vectores energéticos diferentes -hidrógeno y amoniaco- aumentará la flexibilidad de la central, reduciendo la carga mínima en un 10%, y reduciendo las emisiones contaminantes en un 10-20%. La central eléctrica de EDP en Ridadejo (Portugal) servirá de demostrador para la integración del hidrógeno con el objetivo de alcanzar una concentración de hidrógeno de hasta el 30%.
El desarrollo de modelos dinámicos de predicción del funcionamiento de la central, que reflejen las fluctuaciones de la carga de la red eléctrica, aumentará la eficiencia anual de las centrales de ciclo combinado facilitando la programación inteligente. Además, estos modelos se utilizarán para realizar estudios de replicabilidad en diferentes centrales eléctricas con diversas tecnologías de ciclo combinado
