El futuro de la planta automovilística de Stellantis (antes PSA/Opel) en Figueruelas, y del conjunto del sector, depende de la producción de coches eléctricos, un campo en el que la factoría aragonesa ya ha puesto un pie con la versión enchufable del Opel Corsa, que ensambla desde ya hace dos años. Pero adentrarse en este nuevo modelo de movilidad requiere ingentes inversiones, un cambio de paradigma que dejará tras de sí ganadores y perdedores en la competitiva industria del motor. La palanca para dar ese salto tecnológico en España es el PERTE (proyectos estratégicos para la recuperación y la transformación económica) del automóvil eléctrico y conectado, un programa de ayudas públicas de 2.975 millones de euros.

El Gobierno publicó el pasado 28 de diciembre las bases reguladoras de ese plan, lo que despeja el camino para que la fábrica zaragozana pueda beneficiarse de estos incentivos para apuntalar su electrificación, un horizonte en el que se vislumbra la posible llegada del Peugeot e-208, el modelo de baterías que todo apunta que el grupo asignara a esta instalación, como desveló este diario hace algo más de un mes.

El Gobierno de España ha afinado todos los requisitos de la norma que regirá para el reparto de los fondos Next Generation ligados a este PERTE, el primero de este tipo que se aprueba en la Unión Europea (UE). El dinero ya está disponible después de que Bruselas aprobara la partida económica el pasado 9 de diciembre y ahora queda por conocer los proyectos que optarán a estas apetitosas subvenciones.

Stellantis Figueruelas no desvela por el momento sus cartas. «Estamos evaluando las bases –del PERTE– con detalle», apuntaron ayer desde la dirección de la compañía. Lo previsible y lo lógico es que opte a los fondos europeos con el proyecto tractor de entre 220 y 230 millones de euros de inversión que anunció hace dos años el presidente de Aragón, Javier Lambán, quien aseguró entonces que la empresa se estaba preparando para la transformación de la factoría hacia la electromovilidad.

Esta iniciativa se vería acompañada por el plan Mov&Elec, elaborado por el Clúster de la Automoción de Aragón (Caar), que se presentó públicamente en marzo de 2021 y contempla inversiones adicionales de 1.075 millones de euros en toda la industria auxiliar a través de proyectos de innovación, reindustrialización, digitalización y formación.

Al margen de estas propuestas preliminares y de las buenas vibraciones que existen en el sector, a día de hoy no han trascendido los plantes concretos que maneja para Figueruelas el grupo automovilístico que lidera Carlos Tavares. Todavía no se sabe si se presentara a la convocatoria del PERTE con un único proyecto para toda España o si lo hará con uno para cada una de las tres fábricas que tiene en todo el país (Zaragoza, Vigo y Madrid).

Condiciones favorables

A priori, los criterios de reparto fijados por el Ejecutivo central le son favorables al haberse flexibilizado algunas de las condiciones que inicialmente se habían barajado. El principal cambio es que la producción de baterías de litio para coches eléctricos en una gigafactoría ya no es un requisito imprescindible para acceder a las ayudas europea, sino que servirá con realizar el llamado battery pack, que consiste en juntar las celdas y añadirle la carcasa exterior.

«Aunque no recogen todas las peticiones hechas desde el sector, sí estamos satisfechos con las bases del PERTE porque se han modificado respecto a cómo estaban inicialmente planteadas», destacó Benito Tesier, presidente del clúster aragonés. «Se da lugar a que proyectos como el que puede presentar Stellantis en Figueruelas, con el acompañamiento de la industria auxiliar, tenga bastante posibilidades de ser seleccionado», afirmó.

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Al margen de los incentivos públicos que pueda atraer esta planta automovilística, Aragón tiene opciones de captar inversiones de otros proyectos que optan al PERTE del coche eléctrico, como la fábrica de baterías que promueve el grupo Volkswagen. La comunidad es una de las candidatas a acoger junto a Valencia y Extremadura. También figura en la propuesta sobre el vehículo conectado que lidera la compañía Cellnex.

El futuro de estas iniciativas y las dudas sobre si se acabarán materializando en la comunidad aragonesa se espera conocer de aquí al próximo verano, una vez se resuelva el reparto de los fondos.