El Gobierno ha pulsado el botón de on del plan industrial más ambicioso para el sector del automóvil en España de 50 años: el PERTE (proyecto estratégico público-privado para la recuperación y transformación económica) para el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado 28 de diciembre las bases por las que se regirá este programa de ayudas, que cuenta con un importe total de 2.975 millones.

El nuevo laboratorio de baterías de Seat en Barcelona. | SEAT

El objetivo de la iniciativa, englobada en el Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia, es repartir y aplicar los fondos Next Generation otorgados y aprobados hace un tres de semanas por la Comisión Europea. Llegó el momento de ponerse a trabajar en serio.

Carrera contra reloj

La aprobación y puesta en marcha del PERTE abre una carrera contra reloj para presentar proyectos y propuestas industriales que afecten a toda la cadena de valor de la industria del automóvil en España. Estas iniciativas, tras ser estudiadas y validados por el Gobierno y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, recibirán el apoyo económico para que sean activadas. El presupuesto máximo de las ayudas que se concederán para el periodo 2021-2023 será de 2.975 millones, de los que 1.425 serán préstamos y 1.550 subvenciones. Las empresas que resulten adjudicatarias deberán llevar a cabo sus proyectos con fecha tope del 30 de septiembre de 2025.

Este arranque movilizará una inversión privada de unos 11.900 millones, entre las diferentes empresas que están agrupadas en las candidaturas. Entre otras figura la inversión que impulsa el grupo Stellantis en la planta de Figueruelas, que opta a los fondos europeos con un proyecto tractor de 230 millones de euros con el que pretende abordar la transformación de esta instalación para avanzar en la electromovilidad. Esta fábrica no se encuentra en una mala posición en el terreno del coche eléctrico, ya que produce uno de los siete únicos vehículos (el Opel Corsa-e) puros de este tipo que se hacían en España en 2021.

La iniciativa de Seat

Pero el plan más importante a nivel sectorial que se presenta a las ayudas y cumple con todos los requisitos para que se adjudique es el liderado por Seat y Volkswagen. La iniciativa cuenta con la participación de más de 15 empresas (Telefónica, Iberdrola y CaixaBank y pymes que incluyen a varios proveedores de automoción como Gestamp, Ficosa, Antolín y la aragonesa Sesé) con el objetivo de cubrir toda la cadena de valor del coche eléctrico, desde la extracción del litio en Extremadura hasta el reciclaje de las baterías usadas pasando por una fábrica de las mismas –que opta a acoger Aragón– y el ensamblaje de un coche eléctrico urbano en Martorell (Barcelona) y Landaben (Navarra).

Las subvenciones podrán tener carácter plurianual y formalizarse como préstamos a través del presupuesto nacional, subvenciones con financiación del mecanismo de recuperación y resiliencia o como una combinación de ambos. El establecimiento de las bases reguladoras para la selección y concesión es el paso previo a la publicación de la convocatoria que abrirá los plazos para la presentación de proyectos. Después las candidaturas competirán para obtener la ayuda.

Este plan es estratégico para la industria del automóvil en España, que supone el 11% de la cifra de negocio anual de la industria en nuestro país. Somos el segundo fabricante europeo de vehículos y noveno mundial, con un volumen de exportación del 80% (el 15% de las exportaciones españolas). Otro objetivo del PERTE es convertir a España en un hub industrial europeo de electromovilidad.

Para que un PERTE, que debe aprobar el Consejo de Ministros, salga adelante se exige que exista colaboración entre la Administración pública, la empresa privada y los centros de investigación. Tienen que participar cinco empresas mínimo, y al menos el 40% deben ser pymes. El presupuesto de cada proyecto debe ser de 40 millones mínimo y tiene que haber implicación de más de una región.