Justo hace un mes, el 15 de febrero, Pedro Sánchez aprovechó una pregunta en el Senado de Josep Lluís Cleries (JxCat) sobre la «actitud» del Ejecutivo en su relación con Cataluña para sacar a colación la candidatura de los Juegos 2030, de los que solo en otra ocasión se le ha oído hablar. Fue en aquella visita fugaz al Pignatelli en septiembre del año pasado, cuando reforzó la posición de Aragón y dejó la candidatura lanzada, o eso pareció.

No ha sido así. De hecho, más de uno echa en falta que el presidente tome las riendas y limpie del camino los obstáculos que ponen algunos dirigentes catalanes desde que comenzó la carrera conjunta. En su lugar lo ha hecho Alejandro Blanco, que ha mostrado grandes dotes de diplomacia al sortear discrepancias y salidas de tono. El tiempo, sin embargo, se le echa encima sin lograr detener la batalla, ni siquiera silenciarla.

Estas fueron las palabras de Sánchez, con referencia expresa a Zaragoza y Aragón: «Algo que apoya su grupo, y que yo celebro, como también parece que apoya Esquerra Republicana, es esa candidatura olímpica de los Pirineos, de Barcelona y de Zaragoza, donde el Gobierno de España y el COE estamos apoyando para que se logre esa importante candidatura que va a generar oportunidades, precisamente, en el Pirineo aragonés y el catalán».

La cita explícita del presidente del Gobierno cayó bien en los despachos de la DGA, como bien claro dejó un par de días después Lambán. Se detuvo el jefe del Ejecutivo aragonés en la importancia de que Sánchez mencionara expresamente a todas las partes –en Cataluña se sigue nombrando a la candidatura como Barcelona Pirineus– y aprovechó para destacar la labor de Salvador Illa, líder de los socialistas catalanes.

Precisamente el PSC apareció ayer de nuevo en la escena olímpica para insistir en el proyecto conjunto. Lluïsa Moret, secretaria de la formación, pidió al presidente catalán, Pere Aragonès, que hable con su homólogo Lambán para «desencallar» la candidatura. «La organización de un evento de ese calibre supondría una oportunidad para ambas comunidades», dijo la responsable de organización del PSC, que defendió que sea la Generalitat la que reactive el diálogo porque lo importante «no es quién dé el primer paso».

Los siguientes pasos

Aragonès ha dicho que no le importa sentarse con Lambán, pero este ha dejado claro que no va a hacer «nada» por forzar una reunión con Aragonès que considera «improductiva». Por eso pide la intervención directa del Gobierno central y que las cartas se pongan boca arriba. No es de extrañar si se piensa en los plazos. La candidatura debería estar desarrollada «a finales de marzo o principios de abril», dijo recientemente el presidente del COE. Es decir, que en breve se tendrían que estar poniendo en marcha las dos comisiones que faltan por crear, una de ellas la política, en la que participarán los tres presidentes: Sánchez, Lambán y Aragonès.

El siguiente paso debería llegar a finales de mayo, cuando está prevista la visita de la comisión técnica del COI, que será la que defina la candidatura técnica definitiva. Desde ese momento habrá dos o tres meses para entregar el dosier definitivo al COI.

Lambán responsabilizó al independentismo «intolerante, supremacista y excluyente» de «boicotear» el proyecto olímpico

En lugar de eso, hay ataques y contraataques. El presidente aragonés cargó el pasado viernes contra la Generalitat, a la que acusó de «dinamitar» la candidatura con su decisión unilateral de nombrar una coordinadora del proyecto. Lambán responsabilizó al independentismo «intolerante, supremacista y excluyente» de «boicotear» el proyecto.

«La pelota está en el tejado del COE y del Gobierno de España», que deben «plantearnos la salida», ha dicho el jefe del Ejecutivo aragonés, que de paso ha aclarado que no se retira de la carrera sino que «se reserva la oportunidad de plantear una alterativa» para albergar los Juegos en los Pirineos. La idea sería que Aragón los organizara y contara con instalaciones catalanas de la cordillera, donde un gran número de localidades es proclive a la organización del evento.