La mejor temporada de la historia de la nieve en Aragón solo ha tenido un contrapunto: Candanchú. Por unas u otras razones, la estación del valle del Aragón ha sido la que ha estado en boca de todos durante el último año, cuando el sector se ha recuperado de forma brillante de la crisis de la pandemia, ha llegado un potente impulso económico desde Bruselas (26 millones) y se tiene a la vista la posible organización de unos Juegos Olímpicos que la DGA pretende que beneficien a los tres valles más esquiables del Pirineo aragonés.
En Candanchú se anunció primero el pasado julio que no volverían a abrir la estación debido a problemas económicos. La reacción del Gobierno de Aragón fue rescatarlo a golpe de talonario con 2 millones de euros. Se entendió desde el Ejecutivo que «por cada dos euros que facturan, en el valle quedan diez». De ahí su efecto multiplicador y su interés «económico, público y social», no solo de Candanchú sino también de Astún, a las que se considera el motor de la zona. Aseguran que mantienen más de 3.000 puestos de trabajo indirectos y más de 300 directos.
Candanchú ha asomado, además, como la única estación con un puesto garantizado en una hipotética participación olímpica. Pese a ello, y pese a haber ingresado 2 millones de euros cuatro meses atrás, Ibernieve decidió saltarse el compromiso que había adquirido con la DGA y anunció el cierre de sus pistas antes de tiempo este año.
La respuesta irónica del presidente Lambán, contundente a la hora de
El holding de la nieve dice adiós a un invierno que arrancó con una inversión superior a los 20 millones de euros. Los eventos y competiciones también han sido protagonistas y han contribuido a convertir estos destinos de montaña en los más solicitados este invierno.
compararla con Astún, le obligó a dar marcha atrás. «En Aragón hay dos estaciones privadas: una a la que la DGA ha ayudado mucho y otra que desde el punto de vista empresarial es ejemplar. A una le daría el premio a la responsabilidad empresarial y a la otra le damos préstamos», disparó el jefe del Ejecutivo.
Y eso que Candanchú, al igual que el resto de estaciones aragonesas, las privadas y las públicas, han cerrado un invierno exitoso. Así lo reconoce el grupo Aramón, que calificó como «la mejor temporada» de su historia la que terminó ayer con el Domingo de Resurrección.
La campaña ha contado con 135 días de esquí, una buena afluencia a la que han contribuido todas las estaciones y unos datos económicos que, aunque están sin cerrar al faltar precisamente las cifras de la última semana, auguran los mejores resultados.
Afirma este grupo que la afluencia ha sido un 20% superior a la media de Aramón en las temporadas anteriores, lo cual da idea de las ganas con las que los aficionados al esquí han regresado a las pistas después de dos años de parón.
En Cerler se ha mantenido hasta esta semana el esquí hasta la cota más baja de la estación, la base de 1.500, a pesar de no haber sido tan favorecida por las nevadas este año. Formigal-Panticosa ha ofrecido más de 100 kilómetros durante más de 100 días
En Cerler, que celebraba su 50 aniversario, se ha mantenido hasta esta semana el esquí hasta la cota más baja de la estación, hasta la base de 1.500 a pesar de no haber sido tan favorecida por las nevadas este año.
Formigal-Panticosa también ha sido otro de los grandes destinos de esquí ofreciendo más de 100 kilómetros para la práctica del esquí durante más de 100 días de esta temporada.
Valdelinares ha estado durante los dos últimos meses de apertura con el 100% de su dominio esquiable, un indudable atractivo para los aficionados de la provincia y Levante. También ha destacado el programa pionero 'Aprende a esquiar gratis' en Javalambre con el que se ha reforzado el compromiso del grupo Aramón con la práctica deportiva en el medio natural, animando a los aficionados a probar la experiencia de calzarse las tablas y deslizarse por las montañas.
26 MILLONES
Las estaciones del Grupo Aramón han sumado más de 28.000 horas de pisado de máquinas y han organizado más de un centenar de eventos y competiciones tanto profesionales como de aficionados en las pistas.
Además, han conocido que llegan nada menos que 26 millones desde Bruselas, dedicados a explicar planes como la unión de estaciones, clave para configurar un producto nuevo que pueda competir internacionalmente. La sostenibilidad y una limpieza de cara a las instalaciones darían puntos al proyecto pirenaico de albergar la cita olímpica de 2030 si es que no se estropea políticamente.
El dinero llega en este caso de los fondos Next Generation, que se utilizarán para completar la unión de Astún y Candanchú, el telecabina de Benasque a Cerler o los accesos a la zona de Castanesa, por donde se ampliará la estación de Cerler. Al Ayuntamiento de Benasque van 10,1 millones; ocho al Valle del Aragón, y ocho al Ayuntamiento de Montanuy.
La intención es «desestacionalizar» la demanda ofreciendo alternativas con nuevos productos turísticos que «contribuyan a fijar población en los municipios del valle del Aragón». El plan de desarrollo, de 3 años, busca proporcionar un mayor dominio esquiable sin fragmentación. Se trata de unir las estaciones y facilitar el acceso con una entrada a las pistas por Canfranc. El estímulo económico, enorme para el sector, se vería propulsado aún más en caso de que la candidatura olímpica saliese adelante.
