-Los últimos años han sido especialmente duros para los trabajadores, ¿cree que han cambiado las prioridades para este nuevo 1 de mayo? ¿Cuáles son sus reivindicaciones?

Después de haber atendido dos cuestiones fundamentales como eran subir el salario mínimo y acometer una reforma laboral más que necesaria, creo que los siguientes retos son acabar con la precariedad, reducir la jornada laboral, poner en el centro la salud mental de las personas dándole la atención que requiere y acabar con la brecha de género en el empleo. 

-El año pasado comentaba que no había ninguna razón para no subir el SMI de nuevo y así fue durante el mes de febrero. ¿Considera que es suficiente? ¿Se puede hablar ya de salario dignos?

Aunque los indicadores económicos son buenos, somos conscientes de que aún hay mucho por hacer, el impacto de la inflación es el que es y hay gente que lo está pasando mal. Por lo tanto, tenemos que hacer frente a la subida de precios y hay que seguir subiendo los salarios. Seguiremos trabajando para que el salario mínimo siga creciendo hasta alcanzar el 60% del salario medio que marca la Carta Social europea y que contempla el acuerdo de Gobierno.

-Muchos jóvenes vivieron la anterior crisis económica y ahora ha llegado una crisis sanitaria y todo lo que esto conlleva a la hora de encontrar o mantener su trabajo, ¿cómo se va a apoyar a este sector?

«Es urgente modificar el mercado laboral, y la principal tarea es redirigir la economía para apostar por empleos con más valor añadido, más estables y adaptados a la cualificación de los jóvenes»

Hay una generación, a la que pertenezco, que solo hemos conocido lo que es estar en crisis económica, con tasas de paro superiores al 50% y en franca situación de desventaja frente a las generaciones anteriores, por no hablar de todo lo que conlleva: sin trabajo, sin casa y sin futuro. Creo que es urgente modificar el mercado laboral y la principal tarea es redirigir la economía para apostar por empleos con más valor añadido, más estables y adaptados a la cualificación de esta generación de jóvenes. No podemos seguir siendo un país de sol, playa y sangría. Además, hay otras medidas fundamentales: la regulación de los alquileres, la rebaja de la factura de la luz, las políticas de conciliación o una reforma fiscal para que paguen más quienes más tienen.

-¿Qué importancia tiene el cambio en la reforma laboral y el foco que se ha puesto en los contratos temporales?

En España había sucedido una perversión: tener empleo no aseguraba salir de la pobreza. Era la consecuencia del modelo de la precariedad impuesto por el Partido Popular. Tras la reforma laboral, en Aragón, hemos pasado de una media de un 10% a un 30% de contratos indefinidos, logrando 21.000 nuevos trabajos fijos en solo tres meses de aplicación. Que les pregunten ahora a estas personas si no es más fácil pensar en el futuro con un empleo fijo. 

-Dar el paso de ser autónomo y emprender un negocio es cada vez más complicado económicamente, ¿qué se propone desde Podemos Aragón?

Los autónomos y las pequeñas empresas sostienen la economía de nuestro país y, aun pagando sus impuestos, no tienen los mismos derechos que los demás trabajadores. Dos de cada tres no llegan ni siquiera al salario mínimo y la mitad de sus ingresos va destinada a pagar las cuotas.

«Tras la reforma laboral, en Aragón hemos pasado de una media de un 10% a un 30% de contratos indefinidos, logrando 21.000 nuevos trabajos fijos en solo tres meses de aplicación»

La propuesta de Escrivá demuestra que hace mucho que no ve a un autónomo detrás de un mostrador. Consideramos clave que las cuotas sean justas y en función de la facturación, mejorar del cese de actividad y mejorar el acceso a la financiación. Y no nos olvidemos de resolver los problemas asociados a la jubilación y a la baja por incapacidad de los autónomos. Además, desde Podemos impulsamos la Ley de Autónomos en Aragón durante la pasada legislatura. Debemos darle un mayor recorrido para apoyar a este colectivo. Hay que apostar por el relevo generacional, las mejoras de la financiación, la prevención y salud laboral, así como seguir fortaleciendo el fondo de segunda oportunidad para apoyar a quienes no consigan seguir adelante con su actividad económica o tengan deudas. 

-Vivimos tiempos turbulentos en los que no dejan de producirse cambios en todos los niveles. ¿Qué evolución podemos prever en relación al trabajo?

La productividad ya no está asociada a las horas que una persona pasa sentada. La revolución tecnológica nos permite ser más eficaces trabajando menos horas. Uno de los retos del siglo XXI va a ser aumentar la calidad del trabajo mejorando la productividad y reduciendo la jornada laboral. Esto también es útil en términos de salud mental. No podemos ni debemos permitir que los centros de trabajo sean un lugar de sufrimiento y una fuente de desesperación constante para los trabajadores.