El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha empezado a deshojar la margarita del concurso público de renovables de Andorra, piedra angular para la reactivación económica de la zona tras el fin de la industria del carbón. La mesa de evaluación para adjudicar 1.202 megavatios de capacidad de acceso de evacuación a la red de transporte eléctrico del nudo Mudéjar (de 400 kilovatios) ha dado dos importantes pasos para la resolución del proceso como son la apertura de las plicas de las propuestas presentadas para la asignación de esta potencia energética, incluida la documentación con los planes de inversión y acompañamiento de cada aspirante. Finalmente, se han validado un total de 12 proyectos promovidos por 11 empresas (operadores económicos), que en la mayoría de los casos son alianzas de varias compañías. No se ha rechazado ninguna solicitud.
Los nombres de los candidatos admitidos no han deparados sorpresas respecto a los que se han ido conociendo desde se abrió la puja a principios del pasado mes de noviembre. El proceso ha despertado el interés de buena parte de las principales compañías eléctricas de España y de grandes inversores europeos del sector energético, pero también de empresas aragonesas que se han aliado con algunos de estos grupos.
La lista de ofertas está liderada por operadores como Endesa, Copenhagen Infrastructure Partners (CIP), Ignis-Arcoiris, Naturgy (Gas Natural), EDP-Térvalis, Iberdrola-Aurinka, Forestalia, Solaria o Acciona-Falck Renewables (que ha presentados dos propuestas). También figura la sociedad Calanda Renovables SL, constituida hace apenas cuatro meses por varios socios catalanes, y la firma valenciana Grupotec, vinculada al grupo financiero norteamericano Nuveen.
Apertura de dos sobres
A priori, los proyectos de inversión de mayor magnitud son los planteados por Endesa, que, a través de su división de renovables Enel Green Power, propone instalar en Andorra una fábrica de electrolizadores; y CIP, que lidera un consorcio formado por Vestas, Fertiberia y Naturgy –también concurre en solitario– que apuesta por implantar una gigafactoría de hidrógeno en la villa minera. La apertura de los sobres A (documentación administrativa) y B (oferta de transición justa) tuvo lugar los días 22 y 29 de abril, según informaron fuentes del Instituto de Transición Justa (ITJ), el organismo adscrito al ministerio que se encarga de pilotar la reconversión socioeconómica de los territorios afectados por la descarbonización energética. En la mesa de evaluación también tiene presencia un representante del Gobierno de Aragón y otro de los ayuntamientos.
Los proyectos ganadores se conocerán en un plazo máximo de cinco meses, según las bases reguladoras del concurso. En un marco de concurrencia competitiva, la asignación de los megavatios primará, como regla general, a las propuestas que tengan un menor impacto medioambiental y aporten más riqueza a la zona afectada por el cierre en 2020 de la térmica de carbón, propiedad de Endesa.
