El covid19 ha vuelto a entrar en la cárcel de Zuera, en Zaragoza. El módulo 10 en el que vive un centenar de internos permanece aislado, después de que cuatro hombres dieran positivo, según pudo saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN.

La situación afecta a uno de los módulos que suele estar ocupado por presos reincidentes, si bien en estos momentos hay de todo porque la situación que presenta el centro penitenciario es de saturación. Hay dos módulos cerrados por obras y otro para aislamientos, por lo que el resto presenta un sobreocupación.

Otra de las consecuencias de ello es que se suspenden los vis a vis con internos de este módulo afectado, quienes están obligados a llevar mascarillas, así como los traslados a juicios. Uno de ellos iba a juzgarse este viernes y que se ha aplazado para el 3 de junio es el de la agresión a un policía nacional en el interior de un autobús urbano de Zaragoza.

Desde Instituciones Penitenciarias consideran que no puede considerarse un brote como tal, después de que se hayan modificado los protocolos pandémicos.

Bilal M. será juzgado por unos hechos que se remontan a las 04.30 horas del 17 de octubre del pasado año en el interior de un autobús urbano de la línea 32. Allí coincidieron los dos. Entonces, según la investigación policial, el agente pidió al acusado hasta en dos ocasiones que hiciera uso de la mascarilla, respondiendo este con expresiones tales como «vete a tomar por culo» o «vete a la mierda». Ante ello, el inspector sacó su placa y carnet profesional y le pidió una tercera vez que se pusiera el tapabocas. La reacción fue agresiva, comenzando a grabar con su teléfono móvil y gritando al inspector expresiones como: «Pégame, pégame ahora».

De repente, tomó impulso desde las barras del autobús próximas a él y de forma inopinada propinó al policía nacional una fuerte patada en el pecho que provocó que cayera de espaldas sobre unos asientos que se encontraban detrás. Sin poder defenderse le propinó varios puñetazos en el rostro para, seguidamente, huir del lugar de los hechos. Fue detenido en Alicante el 25 de octubre.

Como consecuencia, le rompió el menisco, le fracturó el hueso malar, le provocó un traumatismo facial y una úlcera corneal. La Fiscalía pide para el acusado cinco años de prisión por los delitos de atentado y lesiones, si bien el sindicato Jupol, acusación ejercida por el letrado Marco Antonio Navarro, pide para seis años. El joven, defendido por la abogada Claudia Melguizo, está en prisión provisional.