Poco a poco los pueblos de Aragón van retomando sus tradiciones y recuperando actos que habían tenido que ser suspendidos por la pandemia del coronoavirus. Y los vecinos están respondiendo. Así ha quedado demostrado este fin de semana en Alcorisa, que ha acogido la II Feria nacional de Militaría, almoneda y antigüedades. El alcalde de la localidad, Miguel Iranzo, ha asegurado que los vecinos han participado en las actividades y «ha movilizado al pueblo» y eso que es una feria que atrae a mucha gente de fuera, ya que los visitantes son aficionados pero sobre todo, coleccionistas, que han disfrutado de cascos de las guerras mundiales, trajes militares de época, mapas, utensilios, gafas, botas, pero también medallas y libros sobre historia y las guerras del mundo.

Uno de los estands. | DPT EL PERIÓDICO

Iranzo reconoció además la importancia de que se vayan recuperando las actividades habituales, ahora ya sin restricciones, después del parón provocado por la pandemia, aunque para facilitar la distancia social, el evento se ha trasladado del frontón al polideportivo de la localidad. Esta es la segunda feria más importante del sector a nivel nacional y un «revulsivo» para la economía de Alcorisa, según Romina Formento, concejala de Comercio; un hecho que confirma Iranzo, ya que durante el fin de semana, bares y restaurantes del municipio han estado llenos.

La feria ha estado organizada por el consistorio de la localidad bajoaragonesa y se trata de una muestra de carácter no belicista que tiene como objetivo dar a conocer la historia tanto local como internacional, así como atraer a coleccionistas.

Durante tres días, los visitantes han podido disfrutar de más de 75 expositores de antigüedades y artículos militares, libros, maquetas, material de tiro, exposiciones y grupos de recreación histórica, así como de un concurso nacional de uniformes militares, que atrajo también a numeroso público local.

La historia local del municipio también ha sido protagonista, ya que se ha podido visitar la exposición Tiempos convulsos en el Maestrazgo, cedida por la comarca; y una visita guiada local a cargo de los miembros del Centro de Estudios Locales de Alcorisa sobre el Asalto de Quílez, uno se los episodios más destructivos de la historia de la localidad. Y también ha habido una marcha senderista por los lugares donde se encontraban las ermitas de San Juan y San Cristóbal, destruidas durante las guerras carlistas.