El Periódico de Aragón

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El futuro del centro comercial

El derribo de Plaza Imperial será al completo en busca de un uso logístico

La propiedad de la galería pide a la DGA un cambio de usos para hacer naves. El complejo ve inviable su futuro como espacio de tiendas al quedarse vacío

Entrada a la galería comercial de Plaza Imperial, que será derribada por la falta de operadores comerciales. | ÁNGEL DE CASTRO

Hasta hace poco, el derribo de un centro comercial parecía cosa solo de los Estados Unidos, donde ha hecho estragos el llamado apocalipsis retail, término con el que se describe el cierre masivo de estos complejos por el auge de las ventas por internet. La demolición de una mole de este tipo también va a vivirse en Zaragoza, donde los actuales dueños de Plaza Imperial están decididos a echar abajo la galería comercial al completo –casi 90.000 metros cuadrados– tras haberse quedado vacía y considerar inviable su explotación. Pretenden reconvertir estos suelos urbanísticamente para que puedan destinarse a usos logísticos y pasen a formar parte de Plaza, una propuesta que por ahora no ha encontrado el beneplácito del Gobierno de Aragón.

«El centro no ha sido posible reflotarlo, no ha habido alternativa», explicaron a este diario fuentes de la propiedad, en manos de la sociedad madrileña Inversiones Carney SL, que adquirió estas instalaciones comerciales en enero de 2018. «Ante la gran desocupación no era posible seguir adelante, se ha ido vaciando y no es viable seguir así porque es tirar el dinero», apuntaron. En lugar de mantener un «edificio vacío y sin uso», consideran que el mejor destino que se le puede dar a esta parcela es la implantación de naves logísticas, una actividad con fuerte demanda en la capital aragonesa y su entorno.

La propiedad lleva desde 2018 valorando esta posibilidad, pero ha sido más recientemente cuando lo han pedido formalmente a Aragón Plataforma Logística (APL), la sociedad a la que pertenece Plaza y que tiene al Ejecutivo autonómico como accionista único. «De momento no hemos recibido respuesta. Estamos pendientes de mantener una reunión», precisaron los dueños del frustrado centro comercial.

Hace ya tiempo que estaba previsto el derribo de una parte de la galería comercial –15.000 de sus 88.000 metros cuadrados– para la implantación de la multinacional Costco, conocida como el Makro americano, que ocupará un total de 50.000 metros cuadrados sumando la zona de aparcamientos y el espacio que antes albergaba la tienda de jardinería Verdecora. La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza concedió la licencia para el derribo a principios de 2021 y el pasado mes de diciembre recibió el permiso de parcelación. Sin embargo, el inicio de estos trabajos se demora porque está pendiente la autorización de Endesa para el traslado de unos equipos eléctricos.

La reubicación de los últimos negocios

La propiedad pretende dar usos logísticos a los algo más de 70.000 metros cuadrados que han quedado huérfanos y sin destino, cuyo aprovechamiento real sería inferior al estar en dos niveles. «Los usos logísticos serían la salida más viable y permitiría dar un futuro a los suelos y crear riqueza y empleo», subrayan desde la propiedad, que asegura haber tenido operadores del sector interesados en ubicarse en estos terrenos, aunque han desistido ante la falta de certezas sobre la reconversión de usos.

En cualquier caso, desde la propiedad no tiran la toalla y aunque no se logre el avance del proyecto logístico, la intención es hacer el derribo este mismo año, para lo cual pedirán permiso al ayuntamiento en las próximas fechas.

Por otra parte, algunos de los últimos inquilinos que quedaban en la galería se reubicarán en el parque de medianas superficies del complejo, que sí presenta un alto grado de ocupación. Allí se van a trasladar la bolera Ozone, que ocupará los 5.000 metros cuadrados del antiguo Decathlon, así como el parque infantil Kids City y el salón de apuestas Pause and Play.

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