Los episodios de temperaturas extremas que llevan varias semanas asolando todo Aragón obligan a muchos establecimientos a adoptar medidas extremas para proteger a trabajadores y clientes. Es el caso de The Black Horse, uno de los locales que más tiempo lleva abierto en la calle Don Jaime, en pleno centro de la ciudad de Zaragoza.

Desde hace varios días en su entrada cuelga un cartel que informa de que el establecimiento «permanecerá cerrado de 14.00 a 19.00 horas por condiciones climatológicas extremas». Un nuevo horario que, según Juan, encargado del establecimiento, se mantendrá mientras dure el calor.

«Con estas condiciones la gente ya no sale a la calle, hay que tener en cuenta que en esta franja horaria desde que abren las piscinas a las 10.00 mucha gente se va a pasar el día», explica el encargado. Y en el caso del turismo, señala, «tampoco es el que solía venir antes, por lo que estar abiertos con el calor que hace no nos compensa».

El establecimiento centra su horario en los momento del día en los que sabe que sí que va a tener clientela, «por las mañanas con los desayunos y por la tarde - noche hasta las 12.00».

Además, aseguran que, aunque ellos fueron de los primeros en tomar esta decisión en el centro de la capital, muchos otros establecimientos se están sumando a esta medida ante la falta de clientela en las horas centrales del día. «Cada vez son más sitios emblemáticos que estaban abiertos durante todas las horas del día y que empiezan a cerrar porque no tienen a nadie a quien atender», asegura Juan. «Antes si te faltaba la clientela nacional la sustituías con la clientela internacional pero ahora no está viniendo y el turismo nacional busca más playa que interior», añade.

Aseguran además que el cierre supone la protección de los trabajadores «Lo que puedes llegar a perder lo compensa el hecho de que los chicos no se exponen a todos los problemas que pueden tener como golpes de calor o desmayos que si están solos no hay nadie que les pueda atender», explica el encargado.

A todas la cuestiones se añade además el factor del ahorro energético que supone mantener el aire acondicionado apagado durante cinco horas cada día. «Al precio que está la luz se nota mucho estar cerrado en la factura a final de cada mes. Además, es la única manera de reducir el coste porque en un local que no está climatizado no va a entrar nadie», concluye el encargado del local.