Promueven una red de calor con biomasa para 20.000 viviendas de Zaragoza

Los sistemas de energía con el que se logra mantener un buen sistema de calefacción y agua caliente en entornos urbanos, no tienen por qué provenir de energía fósil. Como alternativa al uso de gas o gasóleo, cuyo precios se han disparado en el último año por la tensión geopolítica entorno a Rusia y Ucrania, existen otros métodos de hacer llegar energía a las casas de un modo sostenible como son las redes de calor alimentada con biomasa forestal. Estos sistemas, basados en energías renovables, habían tenido hasta ahora escaso recorrido en Aragón pero la empresa DH Energías está promoviendo un proyecto en la ciudad de Zaragoza que movilizará una inversión de más de 60 millones de euros y aspira a beneficiar a más de 20.000 hogares de la margen izquierda.

El Consejo de Gobierno del Ejecutivo autonómico aprobó este lunes la declaración de interés autonómico de la iniciativa, que creará 12 empleos directos para su mantenimiento y 137 indirectos para extraer y explotar los recursos necesarios para abastecer las más de 65.000 toneladas anuales de biomasa forestal que requeriría la planta de generación térmica, según asegura la DGA en un comunicado de prensa.

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El proyecto se tramita a través de la firma Zaragoza Eco Energías SLU, especializada en la promoción, construcción y gestión del tipo de instalaciones. Su modelo de negocio se fundamenta en la implantación de redes de calor de biomasa para sustituir las fuentes de energía fósiles utilizadas en la climatización de viviendas. De esta manera, según el Gobierno de Aragón, «se potencia un nuevo modelo de desarrollo urbano más eficiente y más económico para los usuarios».

Planta solar asociada

El proyecto empresarial que ha sido declarado de interés autonómico permitirá la transformación energética de más de 20.000 viviendas de Zaragoza que serían accesibles a red. Para ello se instalará una red urbana de calefacción centralizada (District Heating), que consiste en un sistema de suministro de agua caliente sanitaria y de calor a los edificios a partir de una central de producción de energía térmica que será distribuida por tuberías.

La iniciativa conlleva mejorar la eficiencia energética del sector residencial y de los equipamientos públicos porque ofrece sistemas de climatización más eficientes. Esto permite reducir la intensidad energética de la demanda y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Y, por otra parte, posibilita la creación y mantenimiento de puestos de trabajo.

El proyecto se compone de tres tipos de infraestructuras: una red de distribución de la energía térmica para uso residencial e industrial que conecta la central de producción con los puntos de consumo en los edificios; la instalación solar fotovoltaica para autoconsumo y recarga para vehículos eléctricos; y un centro logístico de recogida, transformación y clasificación de biomasa forestal.

Según la DGA, se configura como un «proyecto de ciudad» porque conlleva una «transformación y una descarbonización» que facilita la sustitución de cientos de chimeneas de calefacción por un sistema de producción «centralizado, eficiente y monitorizado de manera continuada» que mejora los niveles de contaminación en el centro urbano.

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