El sector ovino aragonés está viviendo una profunda crisis derivada del descenso del consumo de este tipo de carne en beneficio de otras de menor precio en Aragón y en el conjunto de España. Por ello, el ministro de Agricultura, Luis Planas, expuso en su visita en Zaragoza al Grupo Cooperativo Pastores que «se está trabajando para abrir el mercado chino debido al descenso del consumo en el conjunto de España».

No obstante, Planas quiso dejar claro que esta salida no es la panacea y subrayó que «la base es el consumo en España» para sacar adelante el sector. Abundando en esta idea, dijo que su ministerio se centra en tres objetivos que incluyen el impulso al consumo interior, la apertura a los mercados exteriores y la intervención en elementos estructurales «que necesitan el apoyo de las instituciones».

«Me preocupa el sector ovino porque es insustituible», ahondó el responsable de Agricultura. «Es un recurso fundamental en el mundo rural, pues en muchos lugares, si no existiera, no habría nada», continuó, que hizo una referencia de pasada a las ayudas al ovino y al caprino previstas para el periodo 2023-2027.

Fijar población en el mundo rural

El presidente de Pastores, Francisco Santolaria, que al final de la visita entregó al ministro una carta donde describe las amenazas que sufre el sector ovino y las propuestas para salir de la crisis, señaló que el consumo de carne ovina ha descendido un 25,6% en los hogares españoles.

Santolaria insistió en la importancia de la ganadería para fijar población en el mundo rural, por lo que pidió ayudas para el sector, al tiempo que afirmó que «la nueva Política Agrícola Común (PAC) se va a quedar muy corta».

El máximo responsable de Pastores hizo hincapié en la necesidad de mejorar la calidad de vida de los ganaderos y señaló que la falta de relevo generacional en muchas explotaciones debería compensarse con más facilidades para los jóvenes de ambos sexos que deseen incorporarse al sector ganadero.

Planas calla pero Yolanda Díaz contraataca

En su visita a la Cooperativa Pastores en Mercazaragoza en el día de ayer el ministro de Agricultura no quiso ayer entrar en el debate suscitado por la vicepresidenta Yolanda Díaz al plantear que el Gobierno intervenga para poner un tope al precio de los alimentos de primera necesidad.

Sin embargo, esta inclinación al silencio contrastaba con la postura que el propio ministro había mantenido el día anterior, el jueves, durante una visita al municipio oscense de Sangarrén, donde se mostró de forma tajante en contra de la medida preconizada por Díaz.

«No tengo previsto ninguna medida para intervenir en una cadena que funciona de forma adecuada y eficiente», señaló en esa ocasión. «En esta cadena, nadie puede vender por debajo de los costes de producción ni comprar sin satisfacerlos. Cualquier consideración debe partir de este principio», sentenció.

No obstante, la vicepresidenta segunda sí regresó ayer sobre el asunto al señalar durante una visita a Bilbao que «el bolsillo de los ciudadanos atañe a todo el Gobierno» y que «todo el Gobierno» debería dar soluciones a este «enorme problema». La ministra dijo que «el principal problema de los ciudadanos es que tienen enormes dificultades para hacer la compra». «El resto de cuestiones me interesan poco», afirmó tras ser preguntada por la disconformidad expresada por algunos compañeros, entre ellos Planas.

La ministra de Unidas Podemos recordó que se ha pasado «nueve meses» para subir el salario mínimo porque estaba convencida de que «era muy importante para la vida de la gente» y destacó que también lo va a «hacer ahora por mi país», ya que le consta que los ciudadanos tienen «enormes dificultades» para poder acceder a la alimentación. Yolanda Díaz defendió que la iniciativa es posible, «tan posible que una gran multinacional ya se ha sumado», en alusión a Carrefour.

Todo el trabajo que Pastores ha realizado a lo largo de estos más de 40 años en mejorar las explotaciones y la rentabilidad y calidad de vida de los ganaderos no es suficiente, reconoció Santolaria.

Por este motivo, aseguró que es el momento de abordar directamente el problema de la mano de obra y del relevo generacional, «que hoy por hoy es la principal causa de cierre de explotaciones».

El declive del ganado

Además, para apoyar sus afirmaciones, facilitó cifras reveladoras de la situación. Así, en Aragón la cabaña ganadera se ha reducido casi un 50% en 20 años. Concretamente, ha pasado de 5.152 ganaderías con 2.174.947 ovejas en 2005 a 1.942 ganaderías con 1.133.641 ovejas en 2021, según fuentes de la Administración autonómica.

Por esto incidió en que Pastores cree que el sector del ovino de carne ha salido «nuevamente perjudicado en la reforma de la PAC y que la situación es crítica». «No es cuestión de más dinero, sino de un mejor reparto», dijo.

Francisco Santolaria pidió al Ministerio de Agricultura, a todos los colectivos y agentes sociales y a la sociedad en general, que dejen de considerar al ovino como un sector ganadero «amable», con el que todos se quieren hacerse la foto y del que todos hablan y dicen apoyar para, a renglón seguido, dejarlo en el olvido, primando otros intereses.

Recalcó asimismo que es necesario pasar a la acción, defender y apoyar al sector ya y con medidas concretas. «Hemos perdido mucho tiempo y muchas oportunidades, pero todavía no es tarde, entre todos podemos cambiar la tendencia y salvar al ovino, que tanto beneficio aporta al medio natural, a la sostenibilidad del medio rural y a la sociedad en general», subrayó.