LA POLÍTICA TRIBUTARIA

El debate fiscal en Aragón: el cuatripartito se abre a bajar impuestos

Aunque el pacto de legislatura contemplaba no tocar los tributos, los socios de la DGA están dispuestos ahora a hablar de cambios para hacer frente a los efectos de la inflación. No concretan por el momento sus propuestas y supeditan cualquier revisión al consenso de todos. PSOE, Podemos y CHA se decantan más por aliviar la carga impositiva de las rentas medias y bajas y el PAR aboga por ayudar "a todos los estratos"

Lambán, este martes, durante el acto institucional de Atades.

Lambán, este martes, durante el acto institucional de Atades. / GOBIERNO DE ARAGÓN

El debate sobre la fiscalidad lo inunda todo. La escalada inflacionista está achicando el bolsillo de las familias, un efecto colateral del conflicto bélico de Ucrania y la crisis energética sobrevenida que sufren los hogares españoles y europeos. En este contexto y con la vista puesta en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023, los partidos han reavivado una batalla tributaria de la que no escapa Aragón. El presidente de la comunidad, Javier Lambán, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de reducir los impuestos en la comunidad, pero todo esta supeditado al consenso de los cuatro partidos que forman el gobierno cuatripartito (PSOE, Podemos, CHA y PAR), cuyo pacto de legislatura blindaba cualquier cambio en los tributos.

Los socios del cuatripartito están de acuerdo en que el contexto ha cambiado y ven ahora oportuno abrir el debate sobre una revisión de impuestos, pero eluden enseñar sus cartas. Nadie precisan qué impuestos tocarían y de qué manera, pero uno de los enfoques de partida sería beneficiar a las rentas bajas y medias para tratar de dar un balón de oxígeno a las familias que peor lo están pasando por la escalada de precios de la energía y los alimentos. Esto podría hacerse recortando el tipo impositivo del tramo autonómico del IRPF (impuesto sobre la renta de las personas físicas) en los escalones más bajos, donde la comunidad es además una de las que tiene las tarifas más altas. Este planteamiento encajaría en los postulados ideológicos de los socios de izquierdas de la coalición del gobierno, pero no en el PAR, que ambiciona una rebaja impositiva más general y que afecte a todos los estratos sociales.

La propuesta estará a buen seguro sobre la mesa de negociación que se abrirá en las próximas semanas, pero desde el entorno de Lambán y de la consejería de Hacienda que dirige Carlos Pérez Anadón, prefieren por el momento no tomar ninguna posición al respecto. Supeditan las medidas que se adopten a un acuerdo de los cuatro socios del Ejecutivo, al que tratarán de sumar a otras fuerzas políticas de la oposición dentro de la ronda de contactos que abrirá la DGA con todo el arco parlamentario para debatir sobre política fiscal y cómo paliar los efectos de la inflación.

Mirar a Andalucía o Valencia

En el tablero autonómico han surgido dos grandes recetas fiscales y ninguna parece encajar con las singularidades políticas de Aragón y su esquema financiero. Por un lado, está la formulada en Andalucía, cuyo presidente, el popular Juanma Moreno, que anunció hace unos la supresión de un impuesto de Patrimonio, que pagan solo los más ricos (menos del 1% de la población), algo que en la DGA se descarta por completo. El otro modelo lo ha acuñado el jefe de la Generalitat valenciana, el socialista Ximo Puig, que dio a conocer el martes por sorpresa un plan que incluye una rebaja del IRPF para las rentas inferiores a 60.000 euros al año.

A priori, la receta Puig se ajusta al sentir de la mayoría de los socios del cuatripartito, pero el margen de maniobra de la comunidad es menor que la región vecina por padecer una mayor insuficiencia financiera. Desde el Gobierno de Aragón subrayan que la decisión no está tomada y vinculan que la propuesta definitiva deberá contar con el refrendo de Podemos y CHA, que se han mostrado proclives a una rebaja fiscal, y el PAR que tiene por delante un escenario complicado, con unas elecciones autonómicas y municipales en mayo próximo y una importante división interna que podría verse agravada si se da vía libre a una rebaja que no afectara a impuestos como Sucesiones.

La negociación, por tanto, se antoja “complicada”, el margen de maniobra estrecho y los plazos cortos, reconocen fuentes internas del Gobierno de Aragón, en un momento en el que los recursos públicos escasean y cualquier modificación presupuestaria de los ingresos tiene su efecto en el apartado de gastos. Por ahora, desde el Pignatelli se prefiere guardar silencio. Esa es la consigna para tratar de evitar que cualquier mensaje pueda afectar a la negociación de los socios del cuatripartito.

Los socios no aclaran sus propuestas

"El cuatripartito tiene que ir de la mano en este asunto", subrayó este miércoles el portavoz de Hacienda del PSOE de Aragón, Óscar Galeano, quien no precisó la propuesta de los socialistas en esta materia ni aclara si ve con buenos ojos una rebaja del tramo autonómico del IRPF. Rechazó eso sí las recetas de "bajadas generalizadas" de impuestos y abogó por una revisión fiscal que no suponga una "merma de ingresos" para las arcas de la comunidad ni dañe la capacidad de financiación de los servicios públicos. 

Y como tercera premisa, Galeano defendió la aplicación de criterios de "progresividad", es decir, "que quien más gane, que pague más", apuntó. En cualquiera caso, recordó que la "presión fiscal de Aragón siguen estando por debajo de la media nacional", según datos del Ministerio de Hacienda.

El PAR también "está abierto a hablar de fiscalidad", pero "contando con todos los aragoneses", aseguró Jesús Guerrero, portavoz parlamentario del partido de Arturo Aliaga. "Siempre se habla de los más vulnerables, pero hay que pensar también en los ciudadanos de cualquier estrato social y en las pymes, autónomos y empresas, que son los que generan riqueza y empleo", afirmó.

Guerrero sacó pecho de que gracias a su partido no hayan subido los impuestos autonómicos esta legislatura, ya que esta fue "una de las premisas que exigimos" en el acuerdo de gobernabilidad. Desde el PAR tampoco concretan cuál su propuesta en el debate fiscal abierto y apelan igualmente al dialogo con todas las fuerzas políticas para lograr "la mejor fiscalidad posible en beneficio de todos". "Nos preocupa que haya propuestas electoralistas", agregó.

Las condiciones de Podemos y CHA

En Podemos tampoco rechazan de plano un retoque fiscal en Aragón, pero ponen condiciones. La primera de ellas, que "cualquier reducción en los ingresos que garantizan la cobertura de servicios públicos debe verse compensada". "Entendemos que quienes deben hacer ese esfuerzo son los que más tienen, las clases altas, algo que ya sugiere hasta el Banco Central Europeo, cuando su economista jefe defiende subir los impuestos a los más ricos y a las empresas más rentables para proteger al resto de la sociedad", sostiene Maru Díaz, líder de los morados en la comunidad y consejera de Ciencia de la DGA.

En cualquier caso, cree que el debate impositivo "por sí solo no sirve, no es la solución". "Hay muchas familias aragonesas con bajos ingresos exentas de hacer la declaración de la renta", señala Díaz, quien subraya además que cualquier modificación que se haga ahora no se verá plasmada hasta la Renta de 2023, por lo que "no resuelve los problemas de urgencia de los hogares en los que ya no se llega o no se va a llegar este invierno a fin de mes".

En este sentido, dice estar de acuerdo con Lambán cuando señala que “se ha empezado la casa por el tejado”, porque "el debate debe ser más completo y profundo, no se trata de recaudar más sino mejor.”

La posición de CHA es similar a la de Podemos. "No pasa nada por hablar de revisar los impuestos, pero con un mínimo de rigor y sin perder ingresos tributarios porque son los que garantizan los servicios públicos, el estado del bienestar", afirmó este martes José Luis Soro, consejero de Vertebración del Territorio y candidatos de los aragonesistas a la presidencia de la DGA. En este sentido, recordó que Aragón tiene una "autonomía financiera muy limitada" que permite "hacer muy poco en materia tributaria", apuntó en una entrevista en Aragón Televisión.

Para Soro, cualquier replanteamiento en política fiscal debe hacerse "en clave progresiva, como dice la Constitución: que paguen más impuestos los que más tienen y más ganan". A este respectó, criticó la incoherencia de la derecha en esta materia, que reclama "en la misma frase una bajada impuestos a la vez que pide gastar más mayor protección social". "No vamos a entrar en carreras electoralistas", zanjó.

Antes de noviembre

En el actual contexto económico, tras la pandemia del covid-19 y la alta inflación, podría ser “razonable” abordar la revisión de la fiscalidad en la comunidad”, apuntó el martes el jefe del Ejecutivo autonómico. Esto puede suponer un giro en el apartado de política tributaria del pacto de legislatura alcanzado en su día por el cuatripartito, que acordó no tocar los impuestos durante este mandato. Las actuales circunstancias económicas, con la concatenación de varias crisis que encogen el poder adquisitivo de la ciudadanía, obligan a mover ficha, pero se trata de una materia de arenas movedizas que pueden hacer saltar chispas entre los aliados del Pignatelli. De ahí, que los cuatro socios vayan con pies de plomo en sus declaraciones públicas sobre este asunto.

Sea como fuere, los plazos para hacerlos son ajustados, ya que cualquier modificación impositiva deberá quedar reflejada en los Presupuestos de Aragón para 2023, que la consejería de Hacienda ya está confeccionando y que tendrán que estar listos antes del próximo mes de noviembre.

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