La sequia no solo hace estragos en la agricultura, la ganadería o la disponibilidad de agua de boca, también afecta de lleno al sistema eléctrico nacional. La producción hidroeléctrica Aragón cuenta con el 7,5% de la capacidad instalada de toda España y la cuenca del Ebro, con más del 20%– se ha derrumbado hasta niveles desconocidos en al menos tres décadas, una situación que podría recrudecerse de continuar la escasez de lluvia. Si así sucede, Endesa ya ha anunciado que se verá obligada a parar la central de Mequinenza, que con 334 megavatios de potencia instalada es la mayor de la comunidad autónoma y la décima de todo el país.

Sería la primera vez que esto ocurriera desde que en 1966 se puso en marcha este aprovechamiento hidroeléctrico. La instalación si ha suspendido la actividad en otras ocasiones por razones operativas o de mantenimiento, pero nunca por la falta de agua.

El pantano se encuentra actualmente al 22,6% de su capacidad, con 344 hectómetros cúbicos de un total de 1.534, un volumen que lo convierte en el quinto más grande de España tras los de La Serena, Alcántara, Almendra y Buendía. Esta cuota de llenado es un 60% más baja que en la misma semana de 2021 y un 75% por debajo de la media de los últimos diez años. Se trata del segundo peor registro de la historia de este pantano inaugurado hace 56 años.

La generación hidroeléctrica en Aragón ha caído un 12,4% en Aragón entre enero y julio pero en España se ha reducido a la mitad hasta octubre

La producción hidroeléctrica acumulada de 2022 es de 360 GWh a cierre del mes de septiembre, lo que supone un descenso del 32% respecto al mismo periodo en un año medio. Habría que remontarse a 1989 para encontrar una producción tanto baja. El rendimiento histórico de esta central en un ejercicio completo es de 710 GWh de media (674 en los últimos 20 años), según los datos facilitados por la compañía. La falta de caudal y de reservas de agua ha llevado a Endesa ha programar una suspensión de la actividad en dos semanas si no se incrementa la cota embalsada.

Si no llueve en los próximos días, también se podrían parar las centrales hidroeléctricas que Endesa tiene en los embalses ribagorzanos de Puente de Montaña y Escales, ubicados a caballo entre las provincia de Huesca y Lérida, así como los de Talarn y Gavet, en la vecina Cataluña.

La producción hidroeléctrica se derrumba en 2022

La producción hidroeléctrica de Aragón ha sido 1.605 gigavatios hora (GWh) en los siete primeros meses del año, un 12,4% menos que en el mismo periodo del año anterior, según los datos del balance de Red Eléctrica, que alcanza hasta julio. La estadística del operador del sistema no recoge todavía los resultados por comunidades autónomas de los tres últimos meses, pero todo apunta a que la caída de la generación se ha intensificado desde el verano.

La cifras a nivel nacional así lo corroboran. Entre enero y octubre, la aportación de esta fuente de producción eléctrica se ha derrumbado prácticamente a la mitad (13.812 GWh, un 46,6% menos), lo que ha propiciado la entrada en el mix energético de otras fuentes como el gas y el carbón.

En una entrevista a la agencia ACN, el jefe del centro de producción de Endesa en la península, Ángel García, explicó que la situación parte del año pasado, que ya fue seco, pero gracias a las reservas de los embalses se pudo concluir de forma "correcta". Este año no ha llovido, con un invierno especialmente seco, y eso ha derivado en la caída de reservas y ha motivado que haya sido uno de los peores años de la serie histórica.

Criterios medioambientales

Por todo ello, según Ángel García, si en los próximos días o semanas no se revierte la situación de sequía con la llegada de lluvias abundantes, se verán obligados a detener la actividad en algunas de las centrales donde se llegue al mínimo de capacidad de utilización de los embalses donde se encuentran.

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A pesar de la situación que ha provocado esta caída de la producción hidroeléctrica es "tensa y compleja", la compañía trabaja de forma coordinada con los diferentes reguladores, como la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), así como también administraciones locales para dar respuesta a las necesidades puntuales relacionadas con la reserva de agua.

La ley de agua establece un orden claro de prioridades en el uso del agua de manera que se fija en primer término el uso humano, seguido del riego, el industrial y posteriormente la producción hidráulica. Al mismo tiempo sin embargo, hay que seguir cumpliendo con los criterios medioambientales de los caudales ecológicos o el mantenimiento de cotas en determinados embalses.