El Periódico de Aragón

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LA OFERTA FERROVIARIA EN ARAGÓN

La alta velocidad no cubre por la mañana la creciente demanda en Zaragoza

Los primeros trenes se llenan con mucha antelación y nadie repone el de las 7.05 horas / El ‘low cost’ empuja al viajero al modelo del avión y eleva el precio de venta de última hora

Numerosos viajeros se agolpan a la entrada del AVE. ÁNGEL DE CASTRO

Hubo un tiempo en el que viajar en el AVE convencional de Renfe a Madrid se podía hacer por 27 euros. Hubo una época en la que era relativamente sencillo adquirir un billete de última hora para ir al día siguiente a la capital de España o a Barcelona y que, en caso de encontrarla, no supusiera dejarse cien euros o más por la tardanza. Hubo no hace tanto una oferta de 20 servicios diarios de ida y vuelta a Madrid y de 25 a Barcelona (incluyendo los de Larga Distancia de Alvia e Intercity) que hoy siguen sin recuperarse. Pero la realidad hoy es distinta. Una pandemia y la irrupción de la alta velocidad de bajo coste parece haberlo cambiado todo. Pero el enfado crece en los viajeros aragoneses habituales. ¿Por qué? Se preguntan qué hace falta que pase para que Renfe recupere el tren de las 7.05 horas, el que dejaba en Madrid antes de las 9 de la mañana.

El malestar no es un capricho. Se explica muy sencillo con un ejercicio fácil y al alcance de cualquier usuario: intentar durante una semana conseguir un billete en AVE para los siguientes días. EL PERIÓDICO DE ARAGÓN ha constatado que desde hace al menos tres semanas es prácticamente imposible conseguir plaza en los dos primeros convoyes de Zaragoza con destino a Madrid. «Tren completo» o «solo con plazas H», las reservadas para personas con discapacidad, son los mensajes que advierten de que ya no es posible coger ese tren. ¿Qué significa? Que o se compra con mucha antelación o no se puede llegar a Madrid antes de las 10.35 horas. Y si el tercero, el que sale de Delicias a las 9.00 horas, también falla, el siguiente sale a las 9.45 horas y llega a las 11.12. Impensable para los miles de usuarios que usan este medio de transporte para ir y volver en el día por trabajo.

Pero la queja no es por el hecho en sí de que o se mueven con antelación o se quedan sin billete, ni siquiera que ese mismo día, por ejemplo el próximo día 15, el primer tren desde Delicias llegue a la estación de Puerta de Atocha a las 11.12 horas mientras desde Barcelona sí hay billetes para otro que sale de Sants a las 6.20 horas y llega a Madrid a las 8.50 (pasa más días porque este es un tren directo que no pasa por Zaragoza). Lo que realmente enfada al viajero en Aragón es que si hay tanta demanda que deja sin plazas a la capital de forma sistemática desde hace tiempo en los dos primeros convoyes, por qué Renfe no repone el ansiado tren de las 7.05 horas que se perdió con la pandemia del covid para reforzar el número de plazas disponibles. Parece obvio que no es un problema de demanda insuficiente, no hay razones comerciales, ya que la motivación social de cualquier servicio público hace tiempo, desde la liberalización de la línea, dejó de importar en esto del transporte en tren. 

El primer tren que sale desde Zaragoza cada día a las 7.36 horas y, además, es el mismo que desde el pasado lunes se le ofrece a Huesca para que, haciendo transbordo desde el tren regional Huesca-Zaragoza que ha adelantado su salida para conseguirlo, se pueda llegar a Madrid a las 9.10 horas. Más demanda para las mismas plazas.

Mientras, desde Renfe responden a la recuperación de las frecuencias perdidas por la pandemia que se está haciendo en toda España una recuperación paulatina de los servicios que había y que estará al completo en fechas «próximas», pero no concretan cuándo. Fundamentalmente porque tienen un importante «condicionante», el retraso de más de año y medio que acumula Talgo en la entrega de los 30 nuevos trenes de alta velocidad, del modelo S-106 bautizado como Avril, que se le encargaron hace años para que empezara a entregarlos en enero de 2021 y que aún no están.

Respecto al hecho de que siga sin estar el de las 7.05 horas, cambiando alguna de las frecuencias o priorizando frente a otras que ya han vuelto a la parrilla, no aclaran el motivo. Aunque en realidad esto no es algo que solo ataña a Renfe. Ahora hay dos nuevos operadores de alta velocidad de bajo coste, y tanto Ouigo como, a partir del próximo día 25, Iryo (de la firma hispanoitaliana que conforman Air Nostrum y Trenitalia) han dejado sin atender este ansiado servicio desde Zaragoza que, a la vista de la respuesta del cliente, tiene clientela de sobra para que sea rentable. Tampoco lo ven así.

La alta velocidad, de Renfe y de todos, cada día se parece más al avión y no precisamente porque los trenes sean capaces de superar los 300 kilómetros por hora. Lo es porque su modelo de venta basa su oferta en una antelación que, con menos oferta que antes de la pandemia, deja sin plazas a muchos viajeros a diario que son habituales, sobre todo los que necesitan ir a Madrid pronto por motivos laborales. Un modelo de compra de billetes que, según el tejido empresarial, perjudica a las empresas y benefician al turismo, porque el que antes compra es el que se lleva el precio más económico y los billetes de última hora están a precios desorbitados. Así que insisten: ¿qué tiene que pasar para que vuelva el tren de las 7.05 horas? 

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