Dos de los puntos más icónicos y conflictivos de las carreteras del entorno de Zaragoza cambiarán su idiosincrasia en los próximos años. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) invertirá 30 millones de euros para mejorar la fluidez del tráfico y la seguridad de los desplazamientos de los usuarios de la autovía A-68 a su llegada a la capital aragonesa desde El Burgo de Ebro (en el enlace con la Z-40 anterior a la Facultad de Veterinaria) y de la carretera N-232 a su paso por el municipio de Utebo, que se convertirá en una avenida urbana.

El ministerio pretende incrementar la seguridad de estas dos vías, muy transitadas por su conexión con las grandes arterias de Aragón, como la salida hacia Logroño o la conexión con Castellón, para lograr entornos urbanos "más sostenibles, inclusivos y accesibles". Así lo ha defendido el secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, este lunes en una visita a Aragón, donde ha mantenido dos reuniones con los alcaldes de la zona y varios técnicos que llevarán a cabo los proyectos.

En cuanto al enlace de la A-68 a su llegada a Zaragoza desde Castellón con la Z-40, está previsto que la obra esté finiquitada en "doce meses" y se invertirán 23 millones de euros, según ha explicado el jefe de servicio de explotación y conservación de la demarcación de carreterasRafael Benavente. Se construirá un paso inferior para que los usuarios de la autovía A-68 no encuentren barreras en su marcha, dado que no tendrán que rodear la glorieta, lo que ayudará a agilizar el tráfico.

Este es uno de los tramos más saturados en las horas punta del eje zaragozano, con una afluencia de 28.500 vehículos de media diaria, lo que genera habituales retenciones. De hecho, el tramo entre los puntos kilométricos 232,9 y 233,4 está catalogado por el ministerio como de concentración de accidentes y en los últimos tres años se han registrado 70, aunque en su mayoría con carácter leve.

La cuestión es que esta actuación era una de las grandes reclamaciones de los usuarios de la vía y de ahí la premura que manifiesta ahora el ministerio. Aunque no puede obviarse que queda un periodo de espera hasta que la nueva cara del enlace sea una realidad. 12 meses durará la obra, un periodo en el que se generarán unos atascos inevitables "que hay que asumir", en palabras del secretario general de Infraestructuras Xavier Flores, por lo que no son ajenos desde el ministerio a los problemas de tráfico que se generarán.

La N-232 a su paso por Utebo, en una fotografía tomada desde uno de los escasos pasos elevados para peatones. Jaime Galindo.

En lo referente al anuncio en Utebo, que Flores ha visitado esta mañana para mantener una reunión con los alcaldes de la zona, el tramo de la carretera nacional N-232 que sirve para acceder a la localidad desde la A-68 se reconvertirá en una autovía urbana. El objetivo es "humanizar" esta carretera facilitando el tránsito de peatones y aumentando la seguridad al integrar el trazado en el ecosistema urbano del municipio. El Ministerio de Transportes invertirá 6,2 millones de euros en esta operación que, de cumplirse los plazos que el propio ente se da, estará finiquitada a finales de 2024. Además, la vía pasará a ser de titularidad municipal.

Fondos con cargo a la UE

Esta actuación se sufragará con fondos europeos del Plan de Recuperación y Resiliencia, que persigue implementar un cambio en la política de carreteras en favor de la movilidad sostenible, priorizando a los peatones y ciclistas. En el resto de la comunidad autónoma, están ya en marcha proyectos similares en Teruel, Alcañiz y Sabiñánigo.

Además, el secretario general de Infraestructuras no ha descartado que una actuación de este tipo pueda acometerse en el tramo de la carretera de Castellón a su paso por Zaragoza, aunque el proyecto "no está sobre la mesa todavía", según ha apuntado Xavier Flores. En cualquier caso, esta actuación ya se llevó a cabo hace apenas un lustro en la avenida de Cataluña de la capital aragonesa. Desde entonces, aparece como tal en el callejero zaragozano.