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Barceló pagará en 69 años la inversión de la DGA en Canfranc

El grupo tiene un año de carencia y en 2024 empezará pagando 100.000 €, que se incrementan de forma progresiva hasta un máximo de 474.000 euros. Al devolver el edificio en 2092, el equipamiento será de Suelo y Vivienda Las obras han registrado un sobrecoste de al menos 2,6 millones

La nieve caída en los últimos días rodea los accesos a la Estación Internacional de Canfranc, convertida en hotel de lujo.

La nieve caída en los últimos días rodea los accesos a la Estación Internacional de Canfranc, convertida en hotel de lujo. / EL PERIÓDICO

Laura Carnicero

Laura Carnicero

El proyecto del complejo hotelero del Grupo Barceló en la emblemática Estación Internacional de Canfranc, declarada Bien de Interés Cultural hace veinte años, empieza a despegar poco a poco, pendiente todavía de una inauguración oficial que estaba prevista para este martes 24 de enero pero finalmente se pospone.

La compañía empieza a desarrollar el proyecto de hotel de gran lujo, el Royal Hideaway hotel, para el que cuenta con una concesión pública para los próximos 69 años. Casi siete décadas en las que el grupo empresarial devolverá prácticamente la inversión realizada por el Gobierno de Aragón para rehabilitar la emblemática estación y su entorno, más de 31 millones de euros que las arcas autonómicas no recuperarán hasta 2092.

Tal y como indican los pliegos, la arrendataria, el grupo Barceló, está exenta de pagar el alquiler en este primer año de actividad. Será en 2024 cuando abone la primera cuota, en este caso de 100.439 euros.

Una cifra que se incrementará de forma progresiva hasta los 474.000 euros de máximo que deberá abonar en el último año de contrato, 2092, tan solo con la suma del IVA, ya que no está prevista la actualización al IPC de estas cuantías.

En concreto, el grupo hotelero pagará en concepto de alquiler 200.879 en 2025; 301.319 euros en 2026; y 303.428 euros en 2027. A partir de entonces, la cuantía se incrementará en un 1,007% anual hasta el año 2092, cuando el Ejecutivo aragonés recuperará la gestión del edificio, 69 años después de culminarse las obras de rehabilitación de la estación internacional. 

De media, Barceló pagará un alquiler de 370.000 euros al año en los 69 que dura la concesión. En total, acabará pagando a las arcas autonómicas 25.469.774 euros, más IVA, pero no está previsto que las cuantías se actualicen al IPC.

Accesos a la Estación Internacional de Canfranc.

Accesos a la Estación Internacional de Canfranc. / EL PERIÓDICO

Esta renta prácticamente permitirá al Gobierno de Aragón recuperar la inversión realizada en las obras, pero siete décadas después de que hayan finalizado los trabajos con los que se ha recuperado una joya del patrimonio aragonés que llevaba lustros esperando una segunda oportunidad. Ahora este edificio será explotado por parte de una empresa privada que, eso sí, dejará para uso público el espacio del vestíbulo. Con la puesta en funcionamiento del hotel de lujo (que cuenta con más de 100 habitaciones) casi se acaricia el final de una iniciativa que tomó forma en 2017.

Entonces se publicaron unos pliegos de un contrato "complejo", que unía en una misma licitación la redacción del proyecto, la ejecución de las obras de rehabilitación de la estación y la urbanización de su entorno y del arrendamiento del edificio para su posterior explotación para "usos terciarios", principalmente, como "establecimiento hotelero".

El propio pliego preveía que, al tratarse de un contrato "conjunto", tenía que ser la adjudicataria, en este caso, la unión temporal de empresas (UTE) formada por Avintia y Acciona, la que tenía la "obligación" de formalizar por escrito un contrato de arrendamiento de la estación internacional de Canfranc "para su inmediata puesta en uso y explotación".

La nieve cubre los accesos y el entorno de la Estación Internacional de Canfranc.

La nieve cubre los accesos y el entorno de la Estación Internacional de Canfranc. / EL PERIÓDICO

En caso de incumplimiento, señala el pliego, Suelo y Vivienda de Aragón (propietaria de la estación) podría aplicar la "penalización del 5% de las rentas establecidas". Es decir, más de 125.000 euros.

Así se garantizaba que, una vez acabadas las obras, la estación tendría un uso de forma "inmediata". Pero por otro lado, la concesión por 69 años no se ha tramitado en un proceso de concurrencia competitiva independiente, sino que la UTE que realizó las obras fue la encargada de elegir a la empresa que explotaría el hotel. En julio de 2021, el consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, anunció que sería Barceló Hotel Group quien explotaría las instalaciones a través de la empresa Canfranc 2018 para un hotel cinco estrellas.

Casi un metro de nieve en el entorno de la estación.

Casi un metro de nieve en el entorno de la estación. / EL PERIÓDICO

El coste de las obras

El presupuesto de licitación del contrato sin IVA ascendía a 26.959.675 euros, contando con más de 12,5 millones de euros para la rehabilitación del edificio de la estación; más de 6,2 millones para la actuación de la urbanización del entorno; y el nuevo haz de vías, con más de 5,2 millones de euros previstos, como principales partidas del contrato.

Según el resumen de la situación económica global de las actuaciones en la estación internacional del Canfranc en enero de 2022, estas partidas se habrían visto incrementadas en un 9,98%; es decir, las obras habrían tenido un sobrecoste de 2,6 millones de euros.

El mayor incremento se produjo en las obras de la nueva estación de viajeros, que pasaron de un presupuesto de 2.200.000 euros a 4.136.999 euros tras la segunda modificación de obras. Una cuantía ligeramente inferior al 10% de sobrecoste para el que el pliego establecía que debería realizarse una «contratación independiente».

Al finalizar la concesión de 69 años, "a riesgo y ventura" del contratista, el Grupo Barceló deberá entregar el edificio con sus equipamientos interiores a la sociedad pública Suelo y Vivienda de Aragón "sin que ello genere derecho de indemnización".

Asimismo, en el transcurso de las próximas casi siete décadas, el gigante hotelero está obligado al pago de tasas y tributos, así como a las obras de mantenimiento que requiera el monumento. La DGA tan solo estará obligada a acometer las obras estructurales en el edificio y podrá proceder al desahucio del inquilino si este incumple el contrato. 

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