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Las mujeres concentran el 90% de las excedencias para cuidados en Aragón

Solo 103 dejaron su trabajo para dedicarse a sus hijos, frente a las 1.220 mujeres. Las labores del hogar también recaen principalmente sobre ellas

Imagen de archivo de una madre mientras acompaña a su hijo al colegio.  | MIGUEL ÁNGEL MONTESINOS

Imagen de archivo de una madre mientras acompaña a su hijo al colegio. | MIGUEL ÁNGEL MONTESINOS / c. gomar / l. Caricero

Los datos son claros. Contundentes. Nueve de cada diez excedencias en Aragón llevan el nombre de una mujer. Son ellas las que se dedican mayoritariamente al cuidado de los hijos y de los familiares. Pero también son ellas las que se encargan de las labores del hogar. Así que no es de extrañar que el estado de ánimo en las mujeres sea manifiestamente peor que el de los hombres.

Así se desprende del último informe elaborado por el Instituto Aragonés de Estadística, Datos Básicos de las Mujeres en Aragón 2023, que confirma que queda camino por recorrer para acabar con las desigualdades de género y que constata que la situación de la mujer en la comunidad es peor que en el resto del territorio nacional, empezando por la brecha salarial. Ellos cobran más (un 22% en Aragón) y tienen más oportunidades de empleo que las féminas. Quizá porque los cuidados recaen sobre ellas.

Cufiado de los hijos

Según el estudio elaborado por el instituto de estadística, en 2021 se concedieron 1.897 excedencias, de las que 1.711 las cogieron mujeres. Del total de ceses temporales, el 70% se solicitaron para el cuidado de los hijos. Solo 103 padres las solicitaron, frente a las 1.220 madres. La diferencia es todavía mayor cuando se trata de atender y acompañar a un familiar. Solo 83 hombres optaron por esta alternativa el año pasado, frente a las 491 mujeres.

La media de excedencias destinadas al cuidado de menores o familiares es cuatro puntos superior a la española, y eso que en los últimos años se ha reducido ligeramente el número de ceses totales en la comunidad, que registró uno de sus mayores picos en 2019.

Por lo menos, ahora son más los hombres que optan por esta alternativa que hace una década, cuando tan solo 34 decidieron aparcar su carrera profesional temporalmente para dedicarse a sus hijos. Una situación (entre otras muchas) que explica por qué resulta tan complicado romper el techo de cristal y que los puestos de dirección sigan ocupados, principalmente, por hombres.

En cuanto al tiempo dedicado --con o sin excedencia--, las féminas, está claro, destinan más horas que los hombres. En concreto, el 45% de las mujeres están más de seis horas al día con sus hijos o con los familiares dependientes, frente al 27% de los hombres.

El trabajo en casa

Respecto a las labores del hogar los datos también evidencian las diferencias que existen entre hombres y mujeres, siempre en beneficio de los primeros. En el apartado de la participación en las tareas domésticas solo hay un 5,6% de mujeres que responden que «no participan habitualmente». En el caso de los hombres el porcentaje se eleva hasta el 17%. Son un 48% las que se encargan de «la mayor parte» de las labores del hogar, frente a un 15% de los hombres.

El 42% de las madres lo son con 35 años

La edad media de la madre en el nacimiento del primer hijo sigue aumentando en Aragón. En la última década, esa edad se ha elevado más de un año (de 31,7 a 32,8 de media) en la comunidad autónoma, y ya está por encima de la media española (32,6 años).

Así, el porcentaje de madres que lo son a partir de los 35 años ya representa el 42% del total; un 9% más que hace una década. Además, el 34% de las madres en Aragón lo son por primera vez entre los 30 y los 34 años. Solo el 25% de las madres tienen hijos antes de cumplir los 30.

En este caso, se aprecian grandes diferencias en la edad, y cuanto más jóvenes son ellos más se involucran en las tareas de casa. En la franja de edad comprendida entre los 40 y 59 años, el 53,6% de las tareas recaen sobre las mujeres, un porcentaje que se reduce hasta el 24,7% para los menores de 40 años. Un cambio generacional y cultural necesario, pero no suficiente.

Los efectos de la pandemia

El informe del instituto de estadística también incide en el estado de ánimo y confirma que durante la pandemia las mujeres lo pasaron peor. Un 59% admitió que su ánimo empeoró, frente al 49% de los hombres. En este caso, la cifra es muy similar a la media española.

Muy relacionado con el ánimo está el estado de salud. Bien podría decirse a la inversa. El 58,1% de los varones dice que su situación es «buena», un 4% más que las mujeres, que confirma sentirse «regular» en mayor proporción que los hombres. Un 23,5% frente al 18,4%.

En cuanto a la satisfacción con su vida, los hombres están más contentos con su vida en la actualidad y con la situación económica en el hogar que las féminas. Hay que destacar que la diferencia es de un punto y que está por encima de la media nacional. Ambos sexos coinciden en la satisfacción laboral y en el tiempo que dispone para dedicárselo a sí mismo.

Donde ganan ellas es en su cuidado personal. Acuden más al médico y el 28,6% dice haber acudido al centro de salud en el último mes, frente al 20,2% de los hombres. También van más al especialista, lo que denota que se dedican más tiempo, que se preocupan más de sí mismas. Al menos tienen más cuidado con su alimentación. Comen más fruta fresca, verduras, ensaladas y hortalizas que los hombres, mientras que ellos consumen más refrescos con azúcar y comida basura.

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