Los sindicatos llaman a la movilización ciudadana ante la cerrazón del Salud en la negociación

"La sanidad se muere" y el Salud no hace nada para remediarlo. Esta es la conclusión a la que llegan las representantes de CSIF, CCOO y UGT, Jessica Fessenden, Delia Lizana y Elena Lahoz, respectivamente, tras la quinta reunión mantenida con la Administración y que se ha cerrado sin avances porque “no todo puede ser negociado”. Los tres sindicatos han marcado sus líneas rojas, que son tres, y que “deben ser abordadas y plasmadas en un documento para poner fin a la huelga”, ha dicho Lizana. Son la carrera profesional, las 35 horas y la apertura de los centros de salud hasta las 20.00 horas y “llevamos ya cinco reuniones y los siguen sin estudiar”, ha puntualizado Fessenden, y no se avanzan ni cuantifican las propuestas. “Dicen que no hay presupuesto” pero las medidas aportadas para la mejora de la atención asistencial que “no tienen tanta repercusión económica tampoco lo aceptan".

Ante esta situación, en la que “todo son palabras huecas y vacías”, los sindicatos no se van a quedar quietos y, además de la huelga convocada para el próximo 31 de marzo, hacen un llamamiento a la ciudadanía a una manifestación el próximo domingo, 26 de marzo (12.00 horas), que irá desde el Pignatelli al Paraninfo, porque "nos parece que la calidad asistencial está por debajo de lo admisible, ha dicho la representante de CSIF.

En Atención Continuada “llevamos reclamando desde 2010 que se tienen que mejorar sus condiciones” y lo único que les han asegurado es que “no pueden abrir los centros de Salud hasta las 20.00 horas”, siendo que hasta hace no mucho lo hacían y para los sindicatos es “una parte importante porque significa dar buena asistencia” a los ciudadanos ya que en estos momentos, a partir de las 5 de la tarde son pocos los centros que abren y “se colapsan los servicios de urgencias”.

Sí que comprometió la administración a las jornadas deslizantes, pero han reconocido que –igual que se acordó con los sindicatos médicos de las listas de rebosameinto llenarlas con voluntarios—“no podemos basar la apertura de un centro en la voluntariedad de los profesionales” porque ¿qué pasará en verano cuando no los haya? Se preguntan. Por eso piden “medidas estables”, ha aseverado Fessenden, a lo que Lahoz ha puntualizado: “No podemos negociar algo que la ciudadanía merece porque no pueden empezar diciendo que no se pueden abrir los centros de 8.00 a 20.00 horas ni reabriendo los PAC cuando antes lo estaban”.

Agravio comparativo

Las sindicalistas han pedido también que las medidas acordadas con los sindicatos médicos para Primaria “se trasladen a la especializada pero también se niegan en rotundo” por lo que lo consideran un “agravio comparativo y un desprecio”, ha asegurado Lizana. Fessenden pone como ejemplo que al personal docente del centro de salud se les aplicará un complemento pero “se niegan” a hacerlo con la especializada “dicen que tienen otra casuística” y es que hay muchos posibles tutores.

Critica también que “solo haya presupuesto para una parte pequeña de todos los profesionales porque nos dicen que no hay pero sí cuando han querido”, ha dicho en referencia al acuerdo llegado a cabo con los sindicatos médicos, cuantificado en 8 millones de euros. Ahora, Fasamet y Cems han comenzado a analizar las mejoras necesarias para la especializada. “Igual a ellos les hacen más caso”, ha ironizado Lahoz, que insiste en el agravio comparativo porque los profesionales de los hospitales “pasan consulta, hay rebosamiento y no atienden a 35 pacientes sino a más y con más complejidades”. “Nos alegramos y felicitamos de que se unan a nuestras reivindicaciones”, ha dicho Lizana, y les invita a que se sumen “a nuestra convocatoria de huelga porque creo que son también sus peticiones”.

También están molestos porque en la última mesa sectorial se añadieron mejoras para el personal de enfermería que “nosotros habíamos propuesto”.

Por todo ellos se ven obligados a convocar a la ciudadanía a la manifestación, “una foto que no gusta a nadie a las puertas de unas selecciones y una campaña electoral”, una movilización y una huelga que “tampoco no nos convence pero que hay que llevar a cabo cuando se constata el fracaso de la negociación colectiva”

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