LA INDUSTRIA DEL AUTOMÓVIL

Stellantis Figueruelas blinda su futuro con un plan industrial más allá de 2030

La dirección se compromete a asegurar el futuro de la planta, lo que en la práctica significa la adjudicación de al menos una plataforma para ensamblar el coche eléctrico | La oferta recoge además la conversión de 350 contratos en indefinidos y subidas salariales para este año de entre 3.000 y 4.200 euros | Los sindicatos departirán este fin de semana una oferta que considertan "positiva" antes de trasladar su respuesta

Varias trabajadoras del taller de baterías de la planta de Stellantis en Figueruelas.

Varias trabajadoras del taller de baterías de la planta de Stellantis en Figueruelas. / ANGEL DE CASTRO

'All in' de Stellantis para firmar a la de ya el convenio colectivo de la fábrica de Figueruelas. La dirección ha remitido este viernes su última oferta al comité de empresa, un ultimátum en el que ha desvelado todas sus cartas. Y entre ellas, la más buscada por los sindicatos: un plan industrial para el medio y largo plazo que asegurará la producción y la viabilidad de la fábrica «más allá de 2030». El resto de naipes no son menores: subidas salariales para este año que variarán entre 3.000 y 4.200 euros según la categoría profesional (incluida una paga de firma de convenio de 1.000 euros anunciada hoy y el pago de los atrasos) y la conversión de 350 contratos temporales y parciales en indefinidos y a jornada completa, entre otros asuntos.

La pelota está ahora en el tejado de los sindicatos, que han reconocido como «positiva» la oferta y se reunirán con sus afiliados este fin de semana para valorar la propuesta antes del comité de empresa convocado para el próximo lunes. La dirección espera cerrar el trato durante la próxima semana; si no, advierte que su última oferta se desvanecerá y se firmará un acuerdo por un año. No habrá posibilidad de repartir de nuevo la baraja.

A la negociación del nuevo convenio de Figueruelas, que rige las condiciones laborales de más de 5.200 trabajadores, se llegaba con un fondo distinto que a los acuerdos previos. En juego estaba el futuro de la fábrica zaragozana en plena metamorfosis del sector del automóvil del motor de combustión al vehículo eléctrico y sabedores de ello eran tanto el equipo de mando como la representación de los trabajadores. En apenas 15 días ambas partes han acercado posturas gracias a un tono conciliador que en nada se asemeja a las batallas de las últimas negociaciones.

La propuesta de la dirección recoge que «el acuerdo de competitividad posibilita un plan industrial a medio y largo plazo más allá de 2030», lo que viene a significar que la fábrica zaragozana se adjudicará al menos una de las plataformas STLA en las que la multinacional ensamblará sus vehículos eléctricos en exclusiva a partir de 2027. Esta era la razón principal de las prisas de la compañía: firmar un convenio estable (con una duración de cinco años) para asegurar un modelo de competitividad y aprovechar la ventaja coyuntural respecto a las plantas de Vigo y Madrid, cuyos convenios no caducan hasta el 31 de diciembre de este año. 

Por todo esto la jornada de hoy era clave para la mítica General Motors, después llamada Opel-PSA y ahora conocida como Stellantis, que irá perdiendo progresivamente los modelos de combustión que ahora produce. Aunque no está confirmado, Figueruelas se despedirá del Citroën C3 'Aircross' y del Opel 'Crossland' a principios de 2024, cuando verán la luz las nuevas generaciones de ambos modelos. A cambio, la planta aragonesa asumirá la producción de dos nuevos coches eléctricos, el Peugeot 'e-208', cuyo desembarco en la factoría de la Ribera Alta del Ebro está previsto para el tercer trimestre 2023; y el Lancia 'Ypsilon', que se lanzará en la primavera de 2024. Más tarde, en 2026, Figueruelas dirá adiós a su modelo primigenio que alumbra desde hace 40 años, el Opel Corsa y su versión eléctrica, justo un año antes de la finalización del convenio. 

Incrementos salariales de entre 3.000 y 4.000 euros

Con esta conjugación de acontecimientos se preparaba la negociación del convenio con el objetivo de garantizar el futuro de la fábrica. Pero no era esta ni mucho menos la única reclamación. La propuesta recoge además un importante pacto de subidas salariales que ayudarán a combatir la pérdida de poder adquisitivo del pasado año prácticamente en su totalidad. La empresa ofrece un incremento del 5% para 2023, así como una paga lineal de 400 euros en materia de atrasos, la equiparación de la paga de beneficios del grupo con la de Zaragoza (en Figueruelas se cobró la mitad en 2023) y un bono de firma de convenio de 1.000 euros para cada trabajador que la empresa ha anunciado este mismo viernes. Del mismo modo, se compromete a una revisión salarial para cada uno de los años 2024, 2025, 2026 y 2027 que se corresponderá al Índice de Precios al Consumo (IPC) a 31 de diciembre del año anterior. En resumen, subidas salariales para cada trabajador de entre 3.000 y 4.200 euros inmediatas según la categoría profesional. 

Además, la dirección se compromete a convertir en fijos 350 contratos temporales, lo que mejora la oferta inicial, que no llegaba a la centena. Del total, 172 pertenecen a relevistas, mientras que el resto son empleados a tiempo parcial que trabajaban entre el 66% y el 75% y que ahora operarán a jornada completa. También se compromete la compañía a realizar un estudio de reestructuración de empleados de mayor edad, es decir, un plan de salidas para los más veteranos. 

¿Una segunda plataforma para el eléctrico?

La propuesta de Stellantis recoge además un punto algo difuso sobre la reducción de las pausas en la jornada laboral. La dirección perseguía quitar ocho minutos de ese tiempo de descanso y ha buscado distintas fórmulas para convencer a los sindicatos. En su última oferta, proponen reducir tres minutos a partir de septiembre de 2023, dos minutos en 2024 y un minuto en 2025. Los otros dos minutos restantes se eliminarían a partir de 2028 siempre y cuando entrara en producción en esa fecha «un segundo vehículo de arquitectura eléctrica», es decir, una nueva plataforma para ensamblar estos vehículos (ya se ha dicho: Stellantis cambiará su modo de producción en 2027).

Lo cierto es que todavía no puede hablarse de preacuerdo, pues el comité de empresa no ha remitido una respuesta. La negociación se traslada hoy a las sedes sindicales de las seis organizaciones con representación en el comité de empresa, que votarán la propuesta antes de concentrarse el lunes. Sara Martín. la líder de UGT en la planta, valoró muy positivamente el principio de acuerdo. «La empresa ha cubierto casi todas las reclamaciones de UGT e incluso ha mejorado alguna de ellas», reconoció a este diario la jefa del sindicato mayoritario en la planta, puntualizando que todavía quedan flecos por cubrir, como un plan de empleo que no convierte a todos los temporales en fijos. 

También CCOO reconoció como positiva la oferta de la dirección y la Ejecutiva en Stellantis la aprobó como una «posible propuesta de convenio», aunque serán los afiliados quienes dirimirán la posición del sindicato. «Recoge los tres pilares que defendíamos: una buena posición económica, un plan de empleo decente y asegurar el futuro de la planta», afirmó Juan Carlos Fandos, el líder de CCOO en Figueruelas. 

Desde Stopel Intersindical creen que la propuesta final «nos hace un aumento importante en el plan económico, pero nos está haciendo elegir entre economía y salud». «Aceptar este acuerdo supondría poder trabajar un número de jornadas que junto a la flexibilidad podría superar las 50 jornadas extraordinarias, además de la la disminución de pausas, lo que supondrá un aumento del absentismo», advierten desde la sección sindical.