DKV factura 876 millones y aumenta un 7% su plantilla en Zaragoza

La aseguradora DKV, la multinacional alemana que adquirió en 1996 la aragonesa Previasa, alcanzó en 2022 una facturación de 876 millones de euros, lo que supone un incremento del 10% respecto al curso anterior, aunque registró un beneficio de 43 millones de euros, un 5% menos que en 2021. La buena marcha de la entidad, que mantiene su sede social y fiscal en Zaragoza, le ha permitido ampliar su plantilla en la capital aragonesa en un 7%, alcanzando los 442 empleados entre DKV y la Fundación Integralia.

En un año "complicado" por los últimos coletazos de la pandemia y el comienzo de la invasión de Ucrania, que disparó la inflación y obligó a los bancos centrales a sacar toda su artillería para combatir la crisis de precios con el alza de los tipos de interés, la aseguradora con sede fiscal en Zaragoza ha registrado cifras positivas a pesar de que sus márgenes "se han estrechado", según expone Javier Cubría, director general financiero de la entidad y desde hace siete semanas también presidente del comité ejecutivo que dirige DKV tras la salida de Josep Santacreu, el CEO de la empresa durante los últimos 25 años.

El crecimiento de la compañía ha sido más intenso en la rama de la asistencia sanitaria, que representa el 87% del total de sus primas, dado que ha facturado un 12% más que en 2021 mientras que la subida en el sector ha sido del 7,6%. Para 2023, ha explicado Cubría, DKV "mantendrá su capacidad de facturación pese a reducir los márgenes de beneficio por la inflación".

Josep Santacreu (DKV): "El deterioro de la sanidad pública no es una buena noticia para el país"

Afronta la sanidad, sea pública o privada, tiempos difíciles sobre todo por la escasez de profesionales que se traduce en largas listas de espera. Preguntado por la situación del sector tras la pandemia, el aumento de listas de espera, la falta de profesionales y cómo afecta a la sanidad privada, Cubría ha subrayado que DKV siempre ha defendido que todos los recursos disponibles se utilicen de la manera más eficiente posible. "La pandemia fue la gota que colmó el vaso de un problema que venía de antiguo", ha afirmado Cubría, que, preguntado por si la sanidad privada también sufrirá por la acumulación de pacientes, ha dicho que "la foto es preocupante para todos". "El covid puso sobre la mesa la importancia de la salud y eso benefició en una primera instancia al sector privado", continúa el presidente del comité ejecutivo, aunque reconoce que la falta de médicos será "un problema que deberemos resolver todos".

La foto "preocupante" de la sanidad española

La aseguradora vive tiempos de cambio. En febrero de este año celebraba DKV sus 25 años con este nombre, los mismos que habían transcurrido desde que la multinacional alemana adquirió Previasa. Un cuarto de siglo llevaba a los mandos de la compañía Josep Santacreu, que decidió dar un paso al lado en esta efeméride justo antes de jubilarse. Después de tres años de pausada reflexión, se eligió a Ignacio López para darle el relevo, pero "causas sobrevenidas" impidieron el relevo tranquilo el pasado 1 de marzo. Fue entonces cuando asumió los mandos un comité ejecutivo formado por tres miembros del comité de dirección. En él hay dos zaragozanos, el director financiero, Javier Cubría, que también asumió la presidencia, y el director de Transformación, Juan Nuño. Completa el triunvirato el doctor Francisco Juan, el director general de Salud.

Así, ha apuntado que la solución tiene que ser "lo más integral posible" entre ambos sistemas y la falta de profesionales, dado que los cambios en el acceso a la universidad no tendrán efectos hasta dentro de diez años. Se tendrán que buscar fórmulas para atraerlos de otros países de la UE o de fuera, homologando sus títulos, o tratando de que vuelvan los que han salido de España con una oferta atractiva.