Entrevista | Josep Santacreu CEO de DKV Seguros desde 1998 hasta hoy, ya que deja el cargo

Josep Santacreu (DKV): "El deterioro de la sanidad pública no es una buena noticia para el país"

El hasta hoy CEO de DKV Seguros, que deja el cargo tras 25 años, junto a una obra de arte en la sede central de la compañía, ubicada en Zaragoza.

El hasta hoy CEO de DKV Seguros, que deja el cargo tras 25 años, junto a una obra de arte en la sede central de la compañía, ubicada en Zaragoza. / ANDREEA VORNICU

Josep Santacreu (Guissona, 1958) da un paso al lado. Deja los mandos de la aseguradora DKV, la compañía alemana que compró en 1998 la aragonesa Previasa, que ha dirigido desde entonces. Desde entonces, la empresa ha apostado por un modelo distinto que le ha reportado premios por sus condiciones laborales y le permite sumar hoy dos millones de clientes en cartera. Ha publicado recientemente 'Plántate', un ensayo sobre la crisis climática. 

¿Por qué un consejero delegado de una de las mayores aseguradoras del país se presenta en camiseta?

Porque he venido a hablar de mi libro (ríe). Me la hizo mi mujer para cuando presentara el libro y hacer un poco de activista, que es de lo que va. Y es la que llevaba hoy.

¿Refleja el espíritu que ha tenido la empresa en los últimos 25 años?

No suelo llevar camisetas cuando hago de consejero delegado, si es la pregunta. Me mirarían mal en según que sitios... ¡pero cada vez menos! Hace 25 años el sector de los seguros era tan formal, cuando existía Previasa... Nunca se me habría pasado por la cabeza que estaría un cuarto de siglo dirigiendo esto. Si entonces me dicen que atendería a un periodista en camiseta, me oyen en el Pilar de la risotada que me da.

¿Tocaba irse?

25 años es suficiente. Hay que dejar paso a los más jóvenes. He sido afortunado: con 30 años era director de un hospital universitario y con menos de 40 empecé a dirigir una gran empresa. Me he tomado muy en serio mi trabajo, pero creo que en sitios como este no se puede estar a medias: hay que estar a todas. El año pasado vi que esto empezaba a sobrepasarme y tocaba dar un paso al lado.

¿No ha precipitado la decisión el acuerdo entre DKV y la CNMC por el que deberán indemnizar a los autónomos a los que rescindieron las pólizas durante el primer confinamiento?

No ha tenido nada que ver y se iba a anunciar en el evento del 25 aniversario. Es una desgracia que eso haya salido ahora. Más que mi salida, enturbia la entrada de Ignacio (López Eguilaz, el nuevo CEO de DKV). Ese tema estaba ya muy pactado y siempre hemos actuamos de buena fe pensando en los beneficios de nuestros clientes. Al final se ha saldado con un pacto sin que la sangre llegue al río y no hay problema por nuestra parte.

¿Cómo ha cambiado la filosofía de la empresa en los últimos 25 años?

Previasa era una empresa familiar y la cultura del siglo XX era otra. Ahora es de avanzado siglo XXI en cuanto a la tecnología y también en lo que se refiere la cultura empresarial. Tenemos una obsesión por crear valor para todos los grupos de interés y respetar al cliente. Hay una cultura más abierta, de atrevimiento y de confianza hacia los trabajadores.

Las consultoras han salido a la palestra por las duras condiciones laborales, casi de otro siglo, mientras a su empresa la premian por las buenas condiciones laborales. ¿Les sale rentable?

Para que una empresa sea competitiva a largo plazo, debe contar con las personas adecuadas y mantenerlas comprometidas para innovar, hacer un esfuerzo de competitividad, aceptar cambios... Esa es la esencia de la competitividad, por lo que hay que crear un clima de confianza y conciliación. Pero eso no sean palabras, sino hechos.

¿Cómo se logra el compromiso de los trabajadores en un mundo tan formal, casi aburrido, como lo es el de las aseguradores?

Es cierto que el mundo de los seguros tiene fama de aburrido, incluso de casposo si te pones. Yo no lo creo, pero tiene fama. Hay compañías que somos la antístesis de eso y atraemos a la gente joven. Nuestra forma de trabajar no tiene nada que envidiar a las tecnológicas americanas. Cuando yo empecé a estudiar en las escuelas de negocios nos contaban que la empresa es una organización que produce unos bienes o servicios que unos clientes compran para generar el mayor dinero posible para los accionistas cumpliendo las leyes. Conforme vas avanzando te das cuenta de que más allá de los accionistas también hay unos clientes, unos empleados, unos proveedores. Al final, la verdad para la empresa es que no se debe solo a los accionistas, sino a todos sus grupos de interés. Dentro de unos años será evidente que solo las empresas que se creen la responsabilidad serán rentables a largo plazo.

Santacreu, en el despacho del consejero delegado de DKV.

Santacreu, en el despacho del consejero delegado de DKV. / ANDREEA VORNICU

¿Qué balance hace de 2022 para DKV?

Ha sido un año magnífico, por encima del mercado, que ha crecido de media un 7% este año y lleva tres buenos años fruto de la pandemia. Nosotros crecido cerca del 10% en 2022, creo que porque hay un reconocimiento del mercado a la propuesta que hacemos y que nuestros clientes lo reconocen.

¿Se plantean un ajuste de precios?

Desafortunadamente, este año hemos hecho un ajuste de precios a la alza por la inflación. Hemos subido las primas más de lo habitual, pero el precio que ofrecemos es muy bajo comparado con nuestro entorno por las mismas condiciones. En Portugal, Italia o Alemania se paga mucho más.

¿Ese crecimiento puede verse frenado por la menor capacidad de poder adquisitivo de las familias?

De momento no lo estamos percibiendo pero es uno de lospeligros que hay. Si hay menos renta disponibles, las familias y las empresas van a minar los gastos. El aspecto positivo es que venimos en una tendencia positiva en las últimas décadas: damos más importancia a la salud. Si no tienes salud, para qué quieres tener un apartamento y un coche. Son las dos fuerzas que están tirando, una para cada extremo.

Imagino que la buena tendencia se debe también al complicado momento que atraviesa la sanidad pública.

Fui gerente de un hospital público en A Coruña y soy defensor del sector público bien gestionado. Creo que hay que modernizar la gestión y despolitizarla. Es bueno y sensato para un país que la sanidad pública vaya bien y funcione. Cuando va mal, y me da pena decirlo, en algo nos beneficia. Pero a mí me gustaría que creciéramos por otras causas como la innovación y los servicios que ofrecemos. El deterioro de los servicios públicos puede explicar parte de estos tres años tan buenos del sector privado. Y eso no es una buena noticia para el país.

"Cuando he sido gerente de un hospital público he defendido a muerte que los profesionales puedan, siempre fuera de su horario laboral, trabajar en la privada. Eso es bueno para el hospital, porque si no los buenos profesionales de la pública se irán"

¿Están teniendo problemas de personal?

Hay una gran tensión para mantener los niveles de servicio en el sector público y en el privado. Con una población más envejecida, que requiere más cuidados y atención médica, el plantel de los profesionales está inmerso en un cambio generacional. Es muy preocupante: hace falta un plan masivo de formación de médicos y enfermeras en nuestro país. Lo positivo es que coincide con un despliegue de la salud digital y la telemedicina están despegando. Si esto se hace bien se podrá paliar el problema de la falta de profesionales.

¿Qué le parece el hecho de que los profesionales compatibilicen trabajar en la pública y en la privada?

No me parece mal siempre que se haga bien y de forma controlada. Cuando he sido gerente de un hospital público he defendido a muerte que los profesionales puedan, siempre fuera de su horario laboral, trabajar en la privada. Eso es bueno para el hospital, porque si no los buenos profesionales de la pública se irán. Tienen un techo salarial y si alguien tiene más expectativas y ganas de trabajar porque le gusta y quiere tener ingresos, ¿se lo vamos a impedir? Pues en ese caso se irán. Eso lo decía yo hace más de 30 años. Y siempre: compatibilidad, sí; pero sin ningún tipo de triquiñuelas.

Zaragoza sigue siendo el corazón de DKV. ¿Alguna inversión a la vista?

La gran apuesta de DKV en Zaragoza es mantener la sede central, tener la torre y tener más empleados que en ningún otro sitio.

¿Algún tipo de patrocinio? El que tuvieron con Joventut de Badalona tuvo su aquél.

Es incréible que la marca se siga asociando al básket. Algo haremos la semana que viene con la Copa del Rey, que se celebra allí. Ahora, como estrategia de marca, no estamos por los patrocinios deportivos. Es muy útil para dar la marca a conocer, pero ahora estamosmás interesados en contar bien qué hacemos.

"Este verano en España se habla de 15.000 muertes prematuras fruto del calor extremo. Hablamos de sequías, incendios, inundaciones, hambrunas. Hablamos de la contaminación atmosférica, que produce siete millones de fallecimientos al año"

Ahora sí, hábleme de su libro. ¿Quién se tiene que 'plantar' y por qué?

Últimamente repito una frase de un empresario americano. El sector empresarial puede ser y debe ser el gran transformador social del mundo. Somos los que más capacidad tenemos, más incluso que los gobiernos, que tienen una mayor responsabilidad en las regulaciones. La situación es crítica y extrema con la crisis climática. Hay que plantarse cada uno a su nivel: el directivo, el empleado, el consumidor.

¿De qué hablamos?

El gran reto de la salud humana en el siglo XXI será la gestión del impacto del cambio climático. Hablamos del aumento de la mortalidad por olas de calor. Este verano en España se habla de 15.000 muertes prematuras fruto del calor extremo. Hablamos de sequías, incendios, inundaciones, hambrunas. Hablamos de la contaminación atmosférica, que produce siete millones de fallecimientos al año. Esto nos afecta a todos. Cada uno de nosotros pierde dos años de vida por la contaminación.

¿Se le puede exigir lo mismo al ciudadano de a pie que al empresario?

El ciudadano tiene que hacer su parte. El empleado debe forzar a la empresa a que tome medidas. Y el directivo es el que más responsabilidad tiene en todo esto porque es el que mayor capacidad tiene. La responsabilidad va ligada a la autoridad. Y por eso la mayor responsabilidad la tienen los políticos.

¿Cree que no se lo creen?

Muchos no se lo creen. Hay un presidente de este país que dijo que el cambio climático era una cosa de los comunistas. Y muchos se reían. La gente que haga esto, a no mucho tardar, tendrá que dimitir. No se puede estar ya con el negacionismo del cambio climático: es como hacer apología del terrorismo. Todavía tenemos gente en posiciones de máxima responsabilidad que lo niegan. Y no puede ser.